El presidente del Turquía, Recep Tayyip Erdogan, prometió hoy a sus seguidores que el Parlamento tratará "pronto" la cuestión de si se debe reintroducir la pena de muerte en el país.
El mandatario inauguraba en Ankara la estación para el tren de alta velocidad que debe comunicar la capital con Estambul cuando se oyeron en la muchedumbre consignas de "Queremos la pena de muerte", según informa la cadena CNNTürk.
"La pena capital, si Dios quiere, pasará por el Parlamento. Pronto… pronto… No os preocupéis", respondió Erdogan a sus incondicionales.
Desde el fallido golpe de Estado del 15 de julio pasado, el presidente ha dejado claro que está a favor de reintroducir la pena capital, abolida de forma definitiva en 2004, aunque la última ejecución se produjo en 1984.
"Lo que diga Occidente no importa; importa lo que dice la nación", remachó Erdogan, en referencia a las numerosas advertencias de la Unión Europea y del Consejo de Europa de que reintroducir la pena de muerte sería inaceptable.
También la oposición turca ha acusado a Erdogan de realizar una maniobra de distracción al atizar el debate porque aprobar la pena capital es "imposible" con el actual Parlamento, dado que está prohibida por el artículo 38 de la Constitución.
Una enmienda constitucional necesita los votos de dos tercios del hemiciclo, es decir los de 367 diputados, pero el partido gubernamental AKP y el ultranacionalista MHP juntos sólo alcanzan 357, y tanto el partido socialdemócrata CHP como el izquierdista HDP se han declarado tajantemente en contra.
Los dos partidos derechistas sólo tienen potestad de convocar un referéndum (330 votos) sobre el asunto, o bien esperar hasta las elecciones de 2019, salvo si se decide adelantar los comicios.
El CHP ha advertido además de que pedir reintroducir la pena de muerte para castigar a los supuestos responsables de la asonada de julio pasado, como hacen los seguidores de Erdogan, es absurdo, dado que la legislación turca no permite aplicarla de forma retroactiva.
Con información de: EFE