El arzobispo Claudio María Celli, enviado del Vaticano a Caracaspara participar en los diálogos entre la oposición y el gobierno de Nicolás Maduro, manifestó que la situación en el país es “muy difícil” y que si estas conversaciones fracasan “el que perderá será el pueblo venezolano”. Asimismo, advirtió que si esta situación continúa, el camino podría ser “el derramamiento de sangre”.
Celli expresó su preocupación ante la fuerte tensión entre la oposición y el chavismo tras la primera reunión que sostuvieron. En ese periodo, han intercambiado insultos y reafirmado posturas irreconciliables sobre la salida de Maduro del poder y la reinstauración del referéndum revocatorio. Asimismo, desde el gobierno, el presidente ha lanzado amenazas de encarcelamiento a partidos de oposición.
En una entrevista otorgada al diario argentino La Nación, Celli describió que la situación en Venezuela “está muy fea. No solamente a nivel político sino a nivel social, económico. No hay comida, no hay medicinas. Es innegable que el país está enfrentando una situación muy difícil”.
Ernesto Samper, secretario general de la Unasur, solicitó al chavismo y a los partidos de oposición “no crear falsas expectativas” sobre los resultados de los diálogos. Asimismo, pidió “no levantarse de la mesa”, como parte del compromiso acordado por las partes para solucionar la crisis.