Un tramo lodoso de la frontera entre Estados Unidos y México fue visitado por el presidente Joe Biden este domingo, donde inspeccionó un transitado puerto de entrada.
El Político
Biden realiza su primer viaje a la región en los dos años que lleva en el cargo, una visita que se vio ensombrecida por la tensa situación en torno a la política migratoria.
Los republicanos trata de culpar al presidente por las cifras récord de migrantes que entran en el país.
Biden en El Paso
En su primera parada, Biden observó mientras los agentes fronterizos del El Paso le mostraban cómo revisan vehículos en busca de drogas, dinero u otros artículos de contrabando, reportó Axios.
Luego se dirigió a una calle polvorienta con edificios abandonados y caminó a lo largo de una cerca fronteriza de metal que separa a El Paso de Ciudad Juárez, en México.
Su última escala fue en el Centro de Servicios para Migrantes, en El Paso, pero no había migrantes a la vista. Mientras le informaban de los servicios que se ofrecen allí, le preguntó a un trabajador de ayuda humanitaria: “Si yo pudiera agitar la varita mágica, ¿qué debería hacer?” La respuesta no fue audible.
Muy criticado
Biden es acusado por los activistas por los derechos de los inmigrantes que lo acusan de establecer políticas crueles que no son distintas a las de su predecesor de línea dura, Donald Trump, reportó The Hill.
En una señal de las fuertes tensiones políticas en torno a la inmigración, el gobernador de Texas, Greg Abbott, entregó a Biden una carta a su llegada en la que exponía que el “caos” en la frontera era “resultado directo” de la incapacidad del presidente para hacer cumplir las leyes federales.
Posteriormente Biden extrajo la misiva del bolsillo de su saco durante su recorrido y les dijo a los reporteros: “Aún no la leo”.
Presidente de la Cámara de Representantes se pronunció
El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, calificó la visita de Biden de “sesión fotográfica”, y afirmó en Twitter que la mayoría republicana haría que el gobierno “rindiera cuentas por crear la crisis fronteriza más peligrosa en la historia de Estados Unidos”.
Biden is making his first border visit of his life—a photo op—while pushing for amnesty for millions of immigrants who have crossed into the US illegally.
House Republicans will hold him and Mayorkas accountable for creating the most dangerous border crisis in American history.
— Kevin McCarthy (@SpeakerMcCarthy) January 8, 2023
Por su parte, el juez del condado de El Paso, Ricardo Samaniego, vio con buenos ojos la visita de Biden, pero señaló que una pausa actual en las llegadas de migrantes impidió que el presidente viera cuán grande ha sido el grupo de recién llegados, reportó Politico.
“No llegó a ver las dificultades reales”, afirmó Samaniego, que estaba en la delegación local que recibió a Biden. “Es bueno que haya estado aquí. Es un primer paso. Pero aún tenemos que hacer más y pasar más tiempo con él”.
Petición de los migrantes a Biden
En otras partes de El Paso, cientos de migrantes estaban reunidos frente a la iglesia católica del Sagrado Corazón, donde han estado durmiendo al aire libre y recibiendo tres comidas diarias de parte de grupos religiosos y otras organizaciones de ayuda humanitaria.
Entre los migrantes había varias mujeres embarazadas, entre ellas Karla Sainz, de 26 años, con un embarazo de ocho meses. Viajaba en un grupo pequeño en el que está su hijo de 2 años, Joshua. Sainz dejó a sus otros tres hijos en Venezuela con su madre.
“Yo le pediría al presidente Biden que nos ayude con un permiso o algo para que podamos trabajar y continuar”, declaró a AP.
Juan Tovar, de 32 años, uno de varios individuos que viajaban en el grupo de Sainz, dio a entender que él también tenía razones políticas para irse de su país.
“Es que el socialismo es lo peor”, aseveró. “En Venezuela nos matan, nos torturan y no podemos hablar mal del gobierno. Estamos peor que en Cuba”.
Nueva forma de operar en la frontera
La visita de casi cuatro horas de Biden a El Paso se realizó bajo un intenso control. No encontró a migrantes, salvo cuando su convoy pasó junto a la frontera y aproximadamente una docena se agruparon del lado de Ciudad Juárez.
Su visita no incluyó pasar a una estación de la Patrulla Fronteriza, donde los migrantes que cruzan ilegalmente son detenidos. No hizo declaraciones públicas.
La visita pareció diseñada para exhibir una forma de operar que funciona sin contratiempos para procesar a los migrantes legales, erradicar el contrabando y tratar humanamente a las personas que han ingresado ilegalmente, creando una narrativa contraria a los alegatos de los republicanos de que existe una situación de crisis equivalente a que la frontera esté abierta.
Pero probablemente su recorrido servirá de poco para acallar a los críticos de ambos bandos, incluyendo a los activistas por los derechos de los inmigrantes que lo acusan de establecer políticas crueles que no son distintas a las de su predecesor de línea dura, Donald Trump.
Investigaciones de republicanos
El anuncio de Biden sobre la seguridad fronteriza y su visita a la frontera pretenden en parte atenuar el impacto de las próximas investigaciones sobre inmigración prometidas por los representantes republicanos, reportó The Hill.
Pero cualquier solución duradera requerirá la intervención del Congreso, el cual está fuertemente dividido y donde en los últimos años han fracasado múltiples intentos de promulgar cambios radicales.
El número de migrantes que cruza la frontera hacia Estados Unidos ha aumentado drásticamente durante los primeros dos años de Biden en el cargo. Hubo más de 2,38 millones de detenciones durante el año que terminó el 30 de septiembre, la primera vez que el número supera los 2 millones.