A 65 años de la salida del dictador Marcos Pérez Jiménez, la situación de Venezuela no ha mejorado sino, al contrario, se ha deteriorado a niveles nunca vistos en su historia contemporánea.
A partir de la salida del militar que gobernó por la fuerza desde el 2 de diciembre de 1952 hasta el 23 de enero de 1958, Venezuela ensayó una democracia que duró unos 41 años hasta 1999, cuando Hugo Chávez Frías logra el poder legítimamente, pero establece una dictadura inicialmente disfrazada de democracia, que luego de su muerte, se conviertiera por su sucesor Nicolás Maduro en una parodia bufa de gobierno legítimo.
Gonzalo Morales Divo
Desde entonces, las bases de libertad política, alternabilidad de gobiernos y elecciones libres se han derruido al punto de ser referencia de la anti-democracia. La organización Freedom House, en su reporte "Freedom in the World" de 2022, señala que:
Las instituciones democráticas de Venezuela se han deteriorado desde 1999, pero las condiciones han empeorado considerablemente en los últimos años debido a la represión más dura contra la oposición y el partido gobernante que confía en elecciones, ampliamente condenadas, para controlar todas las ramas del gobierno. Las autoridades han cerrado prácticamente todos los canales para la disidencia política, restringiendo las libertades civiles y enjuiciando a los presuntos opositores sin tener en cuenta el debido proceso. La grave crisis humanitaria del país ha dejado a millones de personas luchando para satisfacer sus necesidades básicas y ha provocado una emigración masiva.
El voto como recurso de legitimación ficticia
Si algo aprendieron las dictaduras, sobre todo de izquierda, fue la necesidad de ganar, al menos una sola vez por mayoría. Eso hizo el chavismo, luego del aborrecible intento de golpe de estado del 4 de febrero de 1992, que buscaba derrocar al presidente Carlos Andrés Pérez justamente cuando, por fin. se ofrecía al país un programa de modernización política y económica. Hablando de mal "timing".
convenció no solo a la población pobre si a amplias masas de la clase media urbana. Ciertamente la democracia de partidos como AD, Copei y el MAS estaba agotada, pero no destruida y la llegada de Hugo Chávez constituyó un error garrafal a toda luz.
Solo basta revisar sus credenciales: militar, golpista y fidelistas. Pasarán muchos años hsta qué comprendamos qué reazonamiento movió a tantos venezolanos a semanajante salto al vacío.
Desde los triunfos legítimos, se armó una infraestructura que copó y asfixió la democracia, toda traza de libertad se imitó, se caricaturizó. Las instituciones se politizaron a grados extremos, las Fuerzas Armadas se convirtieron en "enforcers" y guardaespaldas de la nomenclatura chavista. Todas las instituciones y los poderes eran máscaras de una infraestructura diseñada en Cuba.
Los resultados son catastróficos, he aquí algunos:
La crisis en Venezuela hace referencia a una profunda crisis política, económica y social que comenzó durante el gobierno de Hugo Chávez y que ha continuado con su sucesor Nicolás Maduro período que corresponde a la llamada Revolución bolivariana.
Marcada por una fuerte hiperinflación, aumento de la pobreza, reaparición de enfermedades erradicadas, delincuencia e incremento de la mortalidad, trayendo como resultado una emigración masiva del país. La situación es de lejos la peor crisis económica en la historia de Venezuela y en el mundo la peor desde mediados del siglo XX de un país que no está experimentando una guerra, mucho más grave que la Gran Depresión en los Estados Unidos, peor que la crisis económica de 1985-1994 de Brasil o que la crisis hiperinflacionaria en Zimbabue de 2008-2009. Diversos investigadores han comparado varios aspectos de la crisis, como el desempleo y la contracción del PIB, con la posguerra de Bosnia y Rusia, así como Cuba y Albania tras el colapso de la Unión Soviética.
Conclusión
No hay dictadura buena, pero tampoco comparación con la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Fue represiva y violadora de ciertos DD. HH. pero al menos el país vivió una ola de modernización y desarrollo de infraestructura, muchas de las cuales aún existen y funcionan.
La caída de Pérez Jiménez dejó un país listo para un ascenso democrático, que lo hubo. Fue, entonces, lo que un pueblo inmaduro e irresponsable decidió hacer al darle el poder a una turba de militares golpistas quienes, además también eran heraldos del comunismo sangriento en Cuba y, por si fuera poco, en el primer intento pretendieron llegar al poder por un golpe de Estado. ¿Qué podía salir mal?