El presidente interino de Brasil, Michel Temer, se mostró cauto hoy respecto al juicio político que enfrenta la mandataria Dilma Rousseff, pero dijo "creer" que será destituida, por lo que se prepara para continuar en el poder y "recuperar la confianza" en el país.
"Pienso que el Senado evaluará las condiciones políticas de quien está en el Gobierno y de quien estuvo antes", declaró Temer en una rueda de prensa con corresponsales de medios extranjeros, entre ellos Efe, en la que subrayó "el avance" que ha experimentado el país desde que el 12 de mayo asumió el poder en lugar de Rousseff.
El proceso contra Rousseff, suspendida de sus funciones desde esa fecha y acusada de delitos en el manejo de los presupuestos, será retomado la semana próxima y deberá concluir a fines de agosto, cuando Temer subrayó que "los inversores sabrán con quién hablar".
Temer admitió que el proceso político del país plantea incógnitas a los inversores, por lo que consideró que "cuanto más demore (el juicio político), peor será".
A pesar de su cautela, Temer expuso sus planes como si ya hubiera sido confirmado en el cargo, lo cual explicó en el hecho de que "hay una diferencia entre el presidente y la figura de la Presidencia", que es un "deber de Estado" para quien la tiene.
"Sé de mi actual interinidad", dijo, pero también que, desde que asumió el poder, tiene el "deber institucional" de gobernar al país, al margen del resultado que pueda tener el proceso contra Rousseff.
"Quiero ser popular", confesó el mandatario interino, quien tiene índices de aprobación en torno al 10 %, y subrayó que el primer paso para ello será "encarrilar" al país y recuperar la confianza de los sectores financieros y económicos.
"Tenemos esperanza en que con el tiempo se reconozca que el país se está desarrollando" y en que "si se restaura la confianza, se recupere el grado de inversión", la más alta calificación que las agencias de riesgo otorgan a un país y que Brasil perdió en 2015.
Sobre sus planes de Gobierno, reiteró que tienen en primer lugar propuestas de reformas al régimen de jubilaciones y de las leyes laborales, que consideró "prioritarias" para el país.
Con Información de El Diario