La policía de Washington activó sus alarmas luego de que se realizara una convocatoria de manifestación este sábado.
Esta nueva manifestación sería en apoyo a los organizadores de la rebelión que ocurrió el pasado 6 de enero.
El Político
De acuerdo con la versión de Associate Press, cientos de manifestantes llegaron este sábado a un acto en apoyo a los acusados de la insurrección del pasado 6 enero.
Pero se vieron ampliamente superados en número por la prensa y la policía fuertemente armada.
A sparsely attended rally at the U.S. Capitol in support of the jailed Jan. 6 rioters has dispersed, with few incidents reported. Demonstrators faced an overwhelming police presence, security fences and jeering counterprotesters. Four people were arrested. https://t.co/IpIF1mNOIO
— The Associated Press (@AP) September 18, 2021
Sin embargo, la policía se mantuvo atenta a cada detalle, sin dejar nada libre al azar. Reforzando aún más la seguridad para evitar posibles ataques.
Antes de iniciar el acto se generaron algunos altercados que fueron neutralizados al momento.
Uno de los participantes fue puesto bajo arresto por portar un arma blanca, informó uno de los miembros de seguridad apostado fuera del edificio.
Asimismo, hizo referencia que no hubo incidentes mayores luego de la detención y durante el evento.
A pesar de que el cuerpo estaba atento ante cualquier evento, permitieron el uso de mochilas y no se montaron retenes en el evento.
Equipos de seguridad
Aunque el acto tuvo lugar en un campo lejos del Capitolio el sitio se mantuvo rodeado por camiones pesados.
Los agentes se mantenían con equipos antimotines diferentes en zonas apartadas.
También Instalaron algunas barricadas en las calles, para impedir el paso al Capitolio.
Colocaron algunos escudos policiales en las puertas y ventanas del edificio, un agudo contraste con los hechos vividos en enero, cuando los agentes sin pertrechos antimotines fueron sorprendidos por los revoltosos.
Por su parte el jefe de la Policía del Capitolio, Tom Manger, dijo que no se podía determinar si las amenazas de violencia son creíbles.
Pero para él la opinión pública en línea y lo que publican otros medios ha sido similar a la que se subestimó en enero.
Hasta el momento persisten varios intentos que quieren reescribir la historia de violencia y pánico de ese día.
A su vez la volatilidad creciente detrás de la mentira de que la elección de 2020 fue fraudulenta no permite pronosticar lo que sucederá.
En ese entonces, las fuerzas de seguridad sólo previeron una protesta a favor de la libertad de expresión.
Convirtiéndose en el día que los partidarios de Trump tomaron el Capitolio para tratar de impedir la certificación de la victoria de Joe Biden.
En esta oportunidad autorizaron la asistencia de 700 personas.
Generadores de caos
Para Manger, la violencia puede ser generada principalmente por el choque entre manifestantes.
“No toleraremos la violencia y no toleraremos la conducta criminal de ninguna clase”, dijo Manger.
“El pueblo estadounidense y los legisladores esperan que protejamos el Capitolio. Confío que el plan que hemos elaborado cumplirá con esa expectativa”.
Este acto fue organizado por Max Braynard, un exempleado de la campaña presidencial de Trump.
Hasta la fecha hay 63 personas detenidas entre las más de 600 acusadas de participar en la violencia de ese día.
Reacciones
Un hombre con barba y sombrero texano que se encontraba sentado en una silla de ruedas cerca de la manifestación tenía un cartel que decía "ninguna violencia".
Los periodistas de EFE lo entrevistaron para conocer el motivo de su participación en la protesta.
"Lo único que quiero decirle es que me gustaría que se informe bien de la historia", zanjó, indignándose conforme iba hablando.
Otra de las asistentes a la manifestación Casey de 55 años consideró que, "la verdad se ha distorsionado" haciendo mención a lo sucedido el 6 de enero.
Explicó que ella participó ese día en la protesta ante la sede del Congreso y que vio con sus propios ojos que "el 99 %" de los asistentes eran "pacíficos y patriotas".
"Queríamos alzar nuestra voz para denunciar que se había cometido algo erróneo y hablar por EEUU", dijo la mujer originaria de Annapolis.
En alusión a la creencia que hubo un fraude en las elecciones presidenciales de noviembre pasado.
Por su parte Casey reconoció que aquel fatídico 6 de enero "hubo cosas que no deberían haber pasado".
Asimismo, opinó que la mayoría de los manifestantes no eran "ni terroristas, ni violentos, ni insurrectos".
"Hubo momentos en que las puertas del Capitolio estuvieron abiertas y la mayoría estábamos mirando", agregó
Enfatizando que "los que entraron han sido imputados con cargos penales por saltarse el toque de queda o entrar en un edificio prohibido, pero no es un edificio prohibido, es nuestro Capitolio".