A las puertas de las elecciones de medio término y con fisuras que han trascendido a la calle, los demócratas se retiran a Filadelfia a tratar de zanjar las diferencias para evitar un descalabro catastrófico. Especialmente cuando la administración de Joe Biden se encuentra en medio de un conflicto global provocado por Rusia.
El Político
La situación provocada por la invasión Rusia, el boicot de Estados Unidos y el Reino Unido al petróleo proveniente de aquel país, y lo que ha comenzado a llamarse “la nueva cortina de hierro”, lleva a que el retiro de los Demócratas, deje de ser el encuentro aburrido y superficial de siempre. Para obligarlos a discutir cómo enfrentar los duros retos que tienen por delante.
Malas relaciones entre demócratas y la Casa Blanca
La relación entre la Casa Blanca y el liderazgo demócrata de la Cámara de Representantes está desgastada. La desconfianza entre los dos extremos de la Avenida Pensilvania solo se ha profundizado esta semana.
Los demócratas de la Cámara de Representantes estaban listos para avanzar en un proyecto de ley bipartidista y bicameral de sanciones a Rusia. Hasta que la Casa Blanca le sacó la alfombra con el embargo petrolero y las diferencias en la política comercial.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, sigue adelante con la votación de todos modos. Pese a algunos recelos del ala moderada del partido.
Un escenario accidentado para los demócratas
Consideremos este conjunto de hechos que los demócratas de la Cámara de Representantes arrastran a este retiro en Filadelfia.
- 31 demócratas de la Cámara han anunciado que se jubilarán o dejarán el organismo.
- Si bien mejoran en algunas encuestas, los números de aprobación de Biden todavía están entre el 30-40 %.
- La inflación se está disparando, con precios que aumentan a un ritmo no visto en cuatro décadas (nuevos datos de inflación se publican el jueves). Los precios de la gasolina también están en máximos históricos.
- La Ley Build Back Better según lo previsto por la Cámara está muerta.
- Han pasado cinco meses en el año fiscal 2022, y todavía no han aprobado un acuerdo general de gastos.
Cada vez más impersonal
Desde mediados de la década de 1990, el Congreso se ha vuelto cada vez más impersonal.
- Los legisladores se van de DC tan pronto como pueden cada semana. No viven aquí, no traen a sus familias a la ciudad y no socializan ni se mezclan. Los legisladores en el pasado claramente disfrutaron de relaciones personales más cálidas, y eso condujo a un Congreso más efectivo.
- El auge de las redes sociales, junto con la amargura de la era de Donald Trump , demostró la enorme profundidad del abismo partidista que enfrentan ahora los legisladores.
- La pandemia de varios años de Covid-19 solo exacerbó la distancia física y personal entre los legisladores.
- La votación por poder, las reuniones remotas de los partidos y las audiencias virtuales significan que los demócratas de la Cámara han pasado mucho menos tiempo juntos en la misma sala durante los últimos dos años de lo que normalmente pasarían.
- Muchos demócratas, especialmente los miembros más nuevos, ni siquiera se conocen muy bien.
- Y en todo el caucus, hay una clara desconfianza. Progresistas versus moderados, jóvenes versus mayores, líderes versus bases: estas son solo algunas de las fallas dentro del partido.
- Las prioridades y prerrogativas legislativas y políticas a menudo no coinciden.
En resumen, los demócratas no podrán enderezar este barco entre esta noche y el viernes por la tarde en Filadelfia.
Pero los líderes del Partido Demócrata esperan que al menos puedan aliviar la tensión intrapartidaria que ha empeorado a medida que se ha desarrollado este Congreso.
Fuente: Punchbowl News