Alejandro Toledo será el próximo ex presidente, después de Alberto Fujimori, en ser encarcelado. Sobre el líder de Perú Posible pesa una orden de prisión preventiva por 18 meses. Esto a raíz de la investigación fiscal que afronta por supuestamente recibir US$20 millones de la empresa brasileña Odebrecht a cambio de las obras de los tramos II y III de la Carretera Interoceánica.
En un artículo que publica el periodista Sebastian Ortiz, del diario El Comercio, apunta que el ex jefe del Instituto Nacional Penitenciario Wilfredo Pedraza explicó que una junta de calificación, integrada por un psicólogo, un trabajador social y un abogado, debe evaluar los antecedentes de Toledo Manrique así como el “factor de seguridad” antes de decidir a cuál de las cinco cárceles que hay en Lima lo remiten, una vez que el ex mandatario retorne voluntaria o forzadamente al país.
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Pedraza, quien también fue ministro del Interior durante el gobierno de Ollanta Humala, indicó que lo más probable es que el ex jefe de Estado sea recluido en el penal de Barbadillo, en la Diroes, donde Fujimori cumple su condena de 25 años de prisión por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta.
“Lo más razonable es que [Alejandro Toledo] sea recluido en el penal de la Diroes. No existe ningún impedimento ni legal ni de espacio para que el fundo Barbadillo pueda albergar a otras personas, además de Fujimori. Es un penal de cinco hectáreas, que tiene la infraestructura suficiente y en términos de seguridad es el más idóneo para un ex presidente”, dijo en diálogo con El Comercio.
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