Pocos criterios científicos acompañan a la reapertura y ningún estado de EE. UU. cumple con todos los criterios establecidos por la Casa Blanca, mientras Trump mantiene a su equipo asesor enfocado en la apertura.
El Político
Casi la mitad de los estados han comenzado a levantar las restricciones, sin respetar en alguno casos las normas de distanciamiento o mascarilla
La doctora Caitlin Rivers, investigadora principal del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud dijo que ningún estado había cumplido con todos los criterios establecidos por la Fuerza de Tarea de la Casa Blanca para la reapertura. “Que yo sepa, no hay estados que cumplan los cuatro criterios”, dijo Rivers.
En Nueva York, el epicentro de la epidemia en EE.UU., los parques se llenaron de gente, en muchas ocasiones desoyendo las órdenes de mantener distancia física y la obligación de llevar mascarilla. Este periódico pudo comprobar la presencia de numerosos grupos de personas -la gran mayoría, jóvenes- que disfrutaban del buen tiempo, sin distancia entre ellos y sin protección en la cara, ante la pasividad de los agentes de policía.
Quienes más desafiaron las restricciones fueron los participantes en protestas en todo el país para presionar a las autoridades en el regreso a la normalidad: en California, miles de personas llenaron la playa de Huntington Beach, cerca de Los Ángeles, para desafiar la prohibición de utilización de este espacio público; en Lansing, la capital de Michigan, volvieron a producirse protestas en el Capitolio del estado, con gente armada y con carteles con esvásticas contra la gobernadora, la demócrata Gretchen Whitmer; en Maryland, el gobernador, el republicano Larry Hogan, respondía a los manifestantes que en su estado hay más gente que muere cada día que la que acude a las protestas.
Devastadoramente preocupante
Deborah Birx, la experta que coordina el grupo de trabajo de la Casa Blanca contra el coronavirus, calificó de «devastadoramente preocupante» las protestas de gente que no mantiene la distancia y no lleva mascarillas.
Hablando en la audiencia del Subcomité de Asignaciones de la Cámara sobre la respuesta de coronavirus de los Estados Unidos este miércoles, Rivers describió los cuatro criterios
El número de casos nuevos debe disminuir durante al menos dos semanas.
Según ella “algunos estados han cumplido con ese criterio” pero no los otros puntos de referencia.
El estado debe tener suficiente capacidad de salud pública para realizar un seguimiento de contactos en todos los casos nuevos.
Debe haber suficientes pruebas de diagnóstico para evaluar a todas las personas con síntomas.
Debe haber suficiente capacidad del sistema de atención médica para tratar a todos los pacientes.
El gerente y presidente ejecutivo de Resolve to Save Lives, el Dr. Tom Frieden dijo que “abrir versus cerrar no es un estricto interruptor de encendido y apagado”.
“Hay cosas que podrían ser las primeras en abrirse: afuera es mucho menos riesgoso que adentro, como negocios de bajo riesgo, domicilios en restaurantes, la recreación al aire libre, incluso las guarderías si se hace con mucho cuidado y seguridad, tal vez sean de menor riesgo”, agregó Frieden.
Muy poca gente lleva máscaras en la Casa Blanca
Las medidas sanitarias, eso sí, son máximas. Todos los que entran en el recinto donde vive y trabaja el presidente reciben una prueba rápida de coronavirus que da resultados en 15 minutos. Además se ha restringido el acceso a personal únicamente esencial y a un grupo muy reducido de periodistas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha comunicado este miércoles mediante su cuenta de Twitter que mantendrá activo "indefinidamente" al equipo de la Casa Blanca que lucha contra el coronavirus, pero centrando ahora su labor en "la seguridad y la reapertura del país", así como en "vacunas y tratamientos".
La portavoz demócrata Nancy Pelosi ha criticado la inclinación hacia la reapertura a costa de la realización de tests. "Debilitar a la ciencia y los fondos dedicados a los tests, exagerar la oportunidad para la economía a riesgo de que la gente muera, no es el plan a seguir", ha lamentado Pelosi.
"La muerte no es un factor de estímulo económico, ¿por qué seguimos ese camino?", ha protestado la portavoz demócrata. Trump ha ignorado y contradicho en varias ocasiones las recomendaciones de algunos de los profesionales que componen este grupo de trabajo. Por ejemplo, los plazos para levantar la orden de confinamiento y el cierre de la economía.
De este modo, Trump parece ceder ante la polémica que había generado su decisión de desmantelar el comité en un momento en que el COVID-19 se ha cobrado ya más de 71.000 vidas en Estados Unidos y continúa expandiéndose. Según los cálculos de la Universidad de Washington, el país podría llegar a superar los 134.000 fallecimientos, ya que la cifra de contagios sigue elevándose.
Rectificación con matices
En una serie de tweets publicados este miércoles, Trump ha alabado el trabajo que ha llevado a cabo dicho grupo, dirigido por el vicepresidente Mike Pence y compuesto por profesionales médicos, que se ha centrado hasta el momento en luchar contra la pandemia. El presidente estadounidense ha asegurado, además, que pueden incorporar o retirar a miembros del equipo, "según sea lo más apropiado".
Sin embargo, Trump ha reconocido haber recibido llamadas que le habrían convencido para desdecirse en su intención de disolver el gabinete de respuesta a la crisis de la COVID-19.
"Creí que podíamos desmantelarla antes. Pero no tenía ni idea de lo popular que era este equipo de trabajo hasta, de hecho, ayer, cuando empecé a hablar de desmantelarlo", ha admitido Trump en declaraciones a los periodistas durante un acto junto a enfermeros en el Despacho Oval.
No obstante, ha recordado que "llegará un momento en el que ya no sea necesario" el gabinete de crisis. De hecho, su intención de enfocarlo a partir de ahora en la reapertura del país apunta a un cambio de prioridades en la labor de ese equipo, más vinculado en adelante a la reactivación económica que a la contención de la enfermedad.
Entre los miembros de este grupo están los doctores Anthony Fauci y Deborah Birx, que se han desmarcado en varias ocasiones de las opiniones del mandatario. El propio Trump ha confirmado que en los próximos días incorporará a nuevos miembros al equipo, aunque no ha confirmado si ello supondrá la retirada de algún otro componente.