El Kremlin ha tratado de controlar la narrativa de la guerra, en la misma Rusia, desde el momento en que sus tropas entraron en Ucrania.
El Político
Califican el ataque como una "operación militar especial" y aumentan la presión sobre los medios rusos independientes, que lo llaman una "guerra" o una "invasión", bloqueando el acceso a muchos sitios de noticias cuya cobertura se desvió de la línea oficial.
Según datos de la agencia AP, el viernes arrestaron a un ex oficial de policía que discutió la invasión de Rusia por teléfono, un sacerdote que predicó a su congregación sobre el sufrimiento de los ucranianos y un estudiante que sostenía una pancarta sin palabras.
Silencio total
Cientos de rusos enfrentan cargos por hablar en contra de la guerra en Ucrania desde que se aprobó una ley represiva el mes pasado que prohíbe la difusión de "información falsa" sobre la invasión y menospreciar a los militares.
Los grupos de derechos humanos dicen que la represión ha llevado a enjuiciamientos penales y posibles sentencias de prisión para al menos 23 personas por el cargo de "información falsa."
También 500 personas enfrentan cargos menores de menospreciar a los militares que han llevado a fuertes multas o se espera que resulten en ellas.
"Esta es una gran cantidad, una cantidad sin precedentes" de casos, dijo Damir Gainutdinov, jefe del grupo de asistencia legal Net Freedoms que se centra en casos de libertad de expresión.
El reverendo Ioann Burdin, un sacerdote ortodoxo ruso en una aldea a unos 300 kilómetros al noreste de Moscú, fue multado con 35.000 rublos (432 dólares) por "desacreditar a las fuerzas armadas rusas".
La multa ocurrió después de publicar una declaración contra la guerra en el sitio web de su iglesia y hablar con una docena de feligreses durante un servicio sobre el dolor que sentía por la muerte de personas en Ucrania.
Burdin dijo a AP que su discurso provocó reacciones mixtas.
"Una mujer hizo una escena sobre el hecho de que estoy hablando de eso cuando ella solo vino a orar", dijo, y agregó que creía que fue uno de los que escuchó el sermón quien lo denunció a la policía.
Pero es imposible detener el malestar en Rusia, sobre todo ligado a la incapacidad de las tropas de Putin en derrotar al valiente pueblo de Ucrania.