El 2020 fue un año muy convulso para el mundo entero; sin embargo, hubo naciones que atravesaron por más dificultades que las generadas por las pandemias del COVID-19.
El Político
Una de esas naciones que vivió en una constante tensión durante todo el año fue Estados Unidos. Quizás el hecho de convertirse en el país más golpeado por la pandemia durante todo el año, aunado a ser un año electoral, mantuvo a las personas muy susceptibles.
Durante los últimos 365 algo que mantuvo en vilo a todo el pueblo estadounidense fueron las constantes manifestaciones en contra del racismo y la violencia policial.
La muerte por asfixia de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis fue el despertar una ola de manifestaciones públicas que trascendieron lo netamente social, hasta el plano deportivo se vio involucrado con el resurgir del movimiento Black Lives Matter.
La NBA dio el primer paso
A finales de mayo ocurrió el asesinato a manos de la policía de George Floyd. Tras varios días de intensas protestas sociales, parecía que las cosas no pasarían a mayores.
Sin embargo, tres meses más tarde ocurrió nuevamente un hecho de violencia policial y racismo que dio nuevamente con una ola de manifestaciones.
El 23 de agosto de 2020, Jacob S. Blake, un hombre afroamericano de 29 años, recibió un disparo y resultó gravemente herido por el oficial de policía Rusten Sheskey en Kenosha, Wisconsin. Aquí es donde el ámbito deportivo decidió hacerse escuchar:
Para el miércoles 26 de agosto estaba programado el quinto juego de la serie entre Milwaukee Bucks y Orlando Magic en los Playoffs de la NBA.
Fue entonces cuando los jugadores y entrenadores de los Bucks decidieron no salir a jugar como rechazo a la violencia en Estados Unidos a las minorías étnicas.
Trump se pronunció
Luego de estos sucesos y viendo el impacto que empezaban a causar al mundo entero, y que de cierta manera, colocaban a los Estados Unidos otra vez en el ojo del huracán, el presidente Donald Trump arremetió en contra de la NBA y dijo que se habían convertido en una organización política.
“No sé mucho sobre la protesta de la NBA. Sé que sus índices de audiencia han sido muy malos porque creo que la gente está un poco cansada de la NBA. Se han convertido en una organización política, y eso no es bueno”.
Otra ligas
A partir de este hecho, no solamente diversas ligas profesionales de los Estados Unidos en distintos deportes, sino del mundo entero y de varias súper estrellas, se sumaron levantar su voz en contra del racismo.
Por ejemplo, la Major League Soccer tomó la decisión de suspender la jornada que se tenía prevista desarrollar debido a la situación:
Algunas súper estrellas
Tal fue el alcance de estas primeras protestas que seguidamente algunas de las superestrellas deportivas a nivel mundial se sumaron a dicho movimiento.
Desde el astro del fútbol mundial como Neymar, pasando por LeBron James y llegando al mundo de la F1 tras la protestas del multicampeón del mundo Lewis Hamilton, todos se unieron en una sola voz en contra del racismo.
El movimiento "Black Lives Matter" iniciado por la muerte de Floyd ganó mucho impulso con la ayuda de tantas estrellas.
Usualmente las manifestaciones políticas en el deporte se han considerado ilegales o que pueden conllevar a algún tipo de suspensión o multas para quien incurra en ellas.
Sin embargo, para este año diversas entidades y personajes ligadas al deporte no tuvieron temor en manifestarse en contra del racismo, a sabiendas de la repercusión mundial que estos actos podrían tener.
Fuentes: Medio Tiempo y Europa Press