Nos agradan sus productos, no sus posiciones. Esa parece ser la afirmación de los estadounidenses, cuando son consultados con respecto a las posturas que han asumido grandes empresas en temas políticos, sociales y culturales.
El Político
Un sondeo desvelado hace dos días, durante el programa “Meet the Press”, de la cadena NBC, apunta que para 58% de los ciudadanos resulta “inapropiado” que las corporaciones se involucren en asuntos que van más allá de sus actividades comerciales.
Lo anterior, expresado en números más concretos, indica que, en los Estados Unidos, seis de cada 10 personas ven con malos ojos y, por tanto, desaprueban que las compañías y sus marcas estén a favor o en contra de tópicos forman parte de la agenda pública.
Al correlacionar el tema en estudio con las preferencias políticas de los ciudadanos, la encuesta demuestra que 71% de los republicanos, 43% de los demócratas y 61% de las personas que se consideran independientes rechazan que las compañías fijen posiciones.
Si de hace otra correlación, pero en esta ocasión con la edad, la distribución señala que son los mayores de 65 años lo que más discrepan con la adopción de posturas.
El análisis apunta, además, que los consumidores tienden a castigar a las grandes marcas que deciden involucrarse en política o en temas relacionados con la religión, el aborto o la libertad de género.
De hecho, 47% de los consultados admitió haber boicoteado, en al menos una oportunidad, a las corporaciones que, de una u otra forma, favorecen o rechazan, de manera abierta y pública, determinados asuntos.
No importa si eres de derecha o de izquierda
El sondeo divulgado durante la transmisión de “Meet the Press”, sugiere que, en Estados Unidos, la población demanda, a las grandes empresas, una conducta equilibrada e imparcial.
Para los encuestados da igual si la corporación o su marca tienen una tendencia hacia el liberalismo o el conservadurismo. En cualquiera de los casos, las firmas o sus productos no deberían inclinarse hacia un lado o hacia el otro.
Para desarrollar el estudio, los realizadores tomaron como referencia a compañías de corte progresista como Disney o a FOX News, la cadena televisiva que se caracteriza por tener tintes conservadores.