Una campaña electoral es sumamente costosa. Eso no es un secreto para nadie y de ahí los esfuerzos de los candidatos por recolectar grandes sumas de dinero que le permitan tener una maquinaria que asegure una campaña exitosa.
El Político
Y si dichas sumas vienen de empresarios con un significativo poder financiero, mucho mejor. Sin embargo, al expresidente Donald Trump pareciera que ha perdido muchos de los algunos que lo encumbraron a la Casa Blanca. Uno de estos sectores es el energético, cuyo apoyo ahora se estaría diluyendo entre sus rivales por la nominación presidencial republicana.
Informes del financiamiento a su campaña, dados a conocer por el portal POLITICO, señalan que muchos ejecutivos de la industria energética, que apoyaron a Donald Trump en su momento, han dirigido su apoyo financiero a los otros precandidatos, principalmente al gobernador de Florida, Ron DeSantis.
El gran traspaso
Por ejemplo, el magnate del petróleo y el gas Harold Hamm hizo un sustancioso donativo a los pre candidatos a DeSantis y a la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley.
Por su parte, el magnate de los oleoductos Kelcy Warren y el consejero delegado de Midland Energy Inc. Syed Javaid Anwar, también contribuyeron con la campaña de DeSantis.
Mientras, el multimillonario ejecutivo del sector energético Jeffery Hildebrand respalda la campaña del gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum.
Otro ejemplo es el del ejecutivo del carbón Joe Craft, quien ha donado a DeSantis, Mike Pence, Vivek Ramaswamy y Chris Christie.
Por lo que llama poderosamente la atención que ninguno haya girado un cheque a la campaña del ex presidente; campaña que, por cierto, finaliza el sábado.
Según revela Bill Miller, un veterano cabildero de Texas, al portal estadounidense, "la explicación simple es que Trump tiene problemas judiciales".
El ex presidente fue acusado este año en casos relacionados con el supuesto pago de dinero por silencio a una estrella del porno y el manejo de documentos clasificados.
Trump también es objeto de otra investigación en Georgia centrada en acusaciones de que trató de interferir en el resultado de las elecciones de 2020.
Primarias apenas comienzan
Pero no olvidemos que las primarias presidenciales del Partido Republicano no han hecho más que empezar, y los donantes con mucho dinero suelen repartir sus contribuciones entre varios candidatos al principio de la carrera.
No obstante, las primeras contribuciones de algunos de los antiguos aliados de Trump en la industria energética sugieren que están buscando respaldar a la competencia republicana del expresidente de cara a las elecciones de 2024.
Trump sigue siendo el principal recaudador de fondos en el campo republicano hasta ahora.
Un análisis encontró que casi 5.000 personas que donaron a la campaña de reelección de Trump en 2020 habían contribuido en cambio a sus competidores republicanos este ciclo.
Más espléndidos en el 2020
Por su parte, The Guardian, un matutino británico, escribió en 2020 que Trump recaudó alrededor de $ 10 millones de fondos para su reelección gracias a su amigo el magnate petrolero, Kelsy Warren.
La lluvia de fondos de Warren para Trump en esa oportunidad se produjo después de que él y su esposa donaron 1,7 millones de dólares desde 2019 a Trump Victory, un vehículo de recaudación de fondos para la reelección de Trump y el Comité Nacional Republicano, según el grupo no partidista Open Secrets.
Toda esta generosidad de campaña se produjo después de que la empresa de Warren, Energy Transfer, obtuviera una importante victoria poco después de que Trump asumiera el cargo, al obtener la aprobación regulatoria para seguir adelante con el controvertido y legalmente asediado oleoducto Dakota Access.
Las habilidades de Warren para recaudar fondos, sus cheques personales y su acceso a altos funcionarios, pusieron de relieve cómo los multimillonarios de los combustibles fósiles y otros magnates de la energía, desde Texas a Nueva York y Oklahoma, abrieron sus billeteras de par en par en el 2020 para reelegir a Trump, después de más de tres años de disfrutar de la amplia desregulación energética y los recortes de impuestos del gobierno del exmandatario.
¿Por qué los empresarios miran a otros candidatos?
Además de los problemas judiciales de Trump, lo cierto es que muchos empresarios del sector energético enfrentaron serios problemas durante la administración del exmandatario. Afectados por la pandemia y la sobreoferta de combustibles que tumbó los precios.
Como escribió POLITICO en un análisis del 2020 incluso un punto brillante nominal para la industria, la reversión agresiva de las regulaciones por parte de la administración, fue tan apresurada y acosada por desafíos legales que los demócratas tuvieron pocos problemas para revocarlas cuando asumieron el poder.
A esto se sumaba que ejecutivos de petróleo y gas le dijeron a POLITICO que el presidente realmente no entiendía el negocio, y su caótica Casa Blanca estableció un sistema en el que solo un puñado de ejecutivos de energía favoritos tuvo acceso a las personas daban forma a sus políticas en el sector.
Todo lo cual explica por que el chorro de los petroleros no está abierto para Trump…como él esperaba.