El primer parque eólico del Sáhara Occidental, situado en Bujador y que estará operativo en 2018, ya cuenta con la financiación necesaria, garantizada principalmente por la compañía de energías renovables Nareva, perteneciente al holding SNI de la familia real marroquí.
En un comunicado de Nareva hecho público hoy, se precisa que los 4.000 millones de dirhams (equivalentes a 400 millones de euros) que costará este parque serán cubiertos con fondos propios de Energías Eólicas de Marruecos, empresa que en un 75% está participada por Nareva y en el resto por la Caja Interprofesional de Jubilación.
El parque de Bujador, que llevará por nombre "Aftissat", tendrá una capacidad de 201 megawatios y podrá cubrir con electricidad a una población de 1,5 millones de habitantes, según el comunicado, lo que equivale al triple de la población del Sáhara.
Nareva destacó que el proyecto permitirá conectar la ciudad de Dajla (sur del Sáhara) a la red eléctrica general.
Los grandes proyectos energéticos (y de cualquier otra clase que impliquen un gran desembolso financiero) han tropezado con un serio obstáculo cuando se trata del Sáhara Occidental administrado por Marruecos, que es la reticencia de las entidades financieras internacionales o de los principales países donantes a invertir en un territorio en disputa.
De hecho, el independentismo saharaui ha adoptado en los últimos años la estrategia de denunciar todos los proyectos económicos de Marruecos en el Sáhara Occidental con el argumento de que expolian sus recursos naturales y no benefician a la población local.
Con información de: EFE