El embajador hondureño en Washington, Marlon Tábora, llamó hoy a la calma a sus compatriotas ante la próxima petición que hará Honduras a Estados Unidos sobre una nueva prórroga del Estatus de Protección Temporal (TPS).
En declaraciones a los periodistas al llegar a Tegucigalpa, Tábora dijo que el proceso de solicitud "ni siquiera ha iniciado", pues el actual período del TPS, que permite a unos 60.000 hondureños inmigrantes en EE.UU. trabajar y gozar de seguridad social, expira el 5 de enero de 2018.
"Debemos estar preparados, porque así como puede ser renovado, puede que no, solo nos queda esperar y eso no significa que nos vamos a cruzar de brazos", subrayó.
Más temprano, la canciller hondureña, Mireya Agüero, dijo que su país gestionará en fecha no precisada ante el Gobierno estadounidense la decimocuarta ampliación del TPS.
Además, pidió a los hondureños no alarmarse ante la posible extensión del TPS solo por seis meses, como ocurrió el lunes con más de 58.000 haitianos.
El embajador hondureño indicó que si no se aprueba la nueva ampliación, no significa que "van a deportar" a casi un millón de compatriotas que viven legal o ilegalmente en Estados Unidos, ni que las remesas familiares "se van a caer".
"Honduras no puede seguir dependiendo de remesas y de las personas que viven fuera del país, por eso debemos solucionar los problemas de seguridad y generación de empleo", enfatizó.
Los hondureños que viven en Estados Unidos envían al año alrededor de 3.200 millones de dólares en remesas familiares, según cifras oficiales.
EFE