Federico Trillo ha asegurado este jueves que "hace tiempo" que pidió al Gobierno de España dejar de ser Embajador de Londres y ha desvinculado la decisión de relevarle de este puesto del reciente dictamen del Consejo de Estado que responsabiliza por primera vez al Ministerio de Defensa, que él dirigía en 2003, del accidente del Yak-42, en el que murieron 62 militares españoles que regresaban de Afganistán el 26 de mayo de 2003.
"Hace ya más de un año fui al Consejo de Estado a decirles que volvía y que iba a ocupar la plaza de letrado mayor decano del Consejo que es lo soy en este momento, por antigüedad. Esa es mi intención, si luego me derivo a mi despacho pues ya se verá", ha declarado sobre sus intenciones previas de abandonar Londres. El Gobierno de Rajoy ha enmarcado el relevo de Trillo en la sustitución a lo largo de este año de más de 70 embajadores que han cumplido ya su mandato.
El exministro de Defensa ha hablado por primera vez de esta polémica una entrevista a la Cadena Cope en la que ha insistido en que es falso que se responsabilice a Defensa de la tragedia del Yak-42 y que no proceden más indemnizaciones. "La opinión del Consejo de Estado no añade nada", ha considerado tras decir que cree que se está tratando de confundir la resolución con "una especie de imputación al Gobierno" por el accidente. "Eso es rotundamente falso", ha añadido.
Con respecto a las responsabilidades políticas, ha considerado que ya quedaron depuradas todas las veces que se presentó a las elecciones como cabeza de lista por la provincia de Alicante —2004, 2008 y 2011— y sus comparecencias en el Congreso. "¿Dónde se pueden depurar más responsabilidades políticas?", se ha preguntado. "Además, la cadena de mando del Ejército fue depurada en 2004 y políticamente, ¿qué más se puede pedir?", ha añadido en una conversación en la que ha recordado que ya fue reprobado en 2005 y también increpado en el Congreso por los familiares de las víctimas. El exministro ha insistido en que él ya no ejerce "ninguna responsabilidad política", a pesar de que ha reconocido que su nombramiento en Reino Unido sí ha sido por designación política.
Durante la entrevista, Trillo ha asegurado que no ha tenido acceso completo al informe del Consejo de Estado, pero que sabía que estaban abordando el asunto y que se emitió un dictamen en octubre. "No he podido leerlo entero", ha declarado, aunque ha considerado que la resolución de este organismo ha sufrido una "manipulación" en el trato informativo.
Aunque Exteriores desvincula el relevo de Trillo del dictamen del Consejo de Estado y de la petición de los partidos de la oposición (PSOE, Ciudadanos y Unidos Podemos) para que sea fulminantemente destituido, el escándalo hace imposible, según las fuentes consultadas, que pueda seguir en Londres o ir a otra embajada. En aplicación de la nueva Ley de Acción Exterior de 2014, los nuevos embajadores deben comparecer ante la Comisión de Exteriores del Congreso, por lo que Trillo debería hacerlo si el Gobierno le adjudicase una segunda embajada.
Con información de El País