El ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Romero, manifestó que el embajador de este país en Brasil, José Kinn, volverá a cumplir sus funciones en Brasilia, luego de que el 1 de septiembre paralizó sus oficios tras la destitución de la entonces jefa de Estado, Dilma Rousseff. El diplomático abandonó la capital de la nación vecina debido a un llamado de Morales.
María Silvia Espinoza/El Político
Romero aseguró que, a pesar de las diferencias políticas e ideológicas que existen entre Michel Temer y Evo Morales, se abogará por un entendimiento bilateral. “Hay políticas de Estado que deberían trascender a los gobernantes de turno (…) Si bien pueden tener enfoques ideológicos distintos, no deberían verse interrumpidos, como la venta de gas”, expresó.
Sobre el momento en que llegará el representante diplomático boliviano a Brasilia, señaló “tengo entendido que en los próximos días, el otro día hablé con él, por casualidad lo vi en la Expocruz y me dijo que en unos días más estará en Brasil”, indicó.
Es importante mencionar que, además de Bolivia, otros gobiernos de izquierda de América Latina retiraron a sus embajadores luego de que el senado de Brasil decidiera la destitución definitiva de Dilma Rousseff como presidenta del país.
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Entre ellos se encuentran el gobierno venezolano, encabezado por Nicolás Maduro, y el gobierno de Ecuador, representado por Rafael Correa. Cuba también manifestó su rechazo al afirmar que “sin que se presentara ninguna evidencia de delitos de corrupción ni crímenes de responsabilidad, y con ella del Partido de los Trabajadores (PT) y otras fuerzas políticas de izquierda aliadas, constituye un acto de desacato a la voluntad soberana del pueblo que la eligió”.
Estas naciones mencionadas catalogaron la decisión del senado como "un golpe de Estado".
Con información de El deber Bolivia