La llegada de Elon Musk a la dirección de la red social Twitter ha sido polémica, por describirla de alguna manera. Imposible enumerar la cantidad de emociones, buenas y malas, que su llegada ha desatado en la red del pájaro azul.
Mario A. Beroes R./El Político
Despidos de directivos, anuncio de cobro de $20 mensuales a quienes tengan cuentas verificadas y la disolución de la junta directiva, lo que lo deja como único director, y todo esto en menos de 72 horas al mando de la empresa.
Lo que se tomó como un gesto jocoso, su llegada a la sede de Twitter, cargando un lavamanos, ha significado una enjuagada fuerte y nada sutil a la marca que ahora dirige y por la que canceló $ 44 mil millones.
Los nueve directores despedidos incluyen al expresidente de la junta Bret Taylor y al exdirector ejecutivo Parag Agrawal. También Martha Lane Fox, actual presidenta de las Cámaras de Comercio británica.
Musk, también dueño del fabricante de autos eléctricos Tesla, cambió su biografía en el sitio de redes sociales a "Chief Twit".
Ahora es el director único de Twitter, según un documento que se presentó ante la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU.
Consolidar el control
El multimillonario se hizo cargo de la compañía de redes sociales la semana pasada, y se movilizó rápidamente para ponerle su marca a Twitter, utilizado por políticos, empresarios y periodistas de todo el mundo.
Apenas el cheque había sido depositado en la cuenta de los anteriores dueños de Twiter, y Musk destituye a los altos ejecutivos de la empresa porque trae aliados de alto perfil.
Entre los que ahora estarán en ese "equipo" destacan el inversor en firmas de tecnología Jason Calacanis, quien cambió su biografía de Twitter para que dijera "director de memes" y que estaba "pasando un rato en Twitter… durante la transición".
También pidió a sus seguidores opiniones sobre una variedad de temas, desde publicidad hasta videos.
Arabia Saudita segunda inversor de Twitter
La toma de posesión de Musk ha atraído un escrutinio generalizado, ya que ha anunciado que tiene planes para revisar cómo Twitter ha moderado la difusión de información en su plataforma, incluso de fuentes como medios estatales, políticos y celebridades.
Musk dijo que la compañía crearía un nuevo consejo para gobernar esas decisiones y que, por ahora, no se producirían cambios.
Sin embargo, en Washington hay recelo y ya el el senador demócrata Chris Murphy pidió al gobierno "una revisión de las implicaciones del acuerdo para la seguridad nacional", dada la gran participación en la compañía que tienen firmas vinculadas a Arabia Saudita, con quien el gobierno estadounidense tiene relaciones cada vez más tensas.
"A nosotros debería preocuparnos que los sauditas, quienes tienen un claro interés por reprimir el discurso político e impactar la política estadounidense, sean ahora el segundo mayor propietario de una importante plataforma de redes sociales" , escribió Murphy en Twitter.
"Hay un claro tema de seguridad nacional en juego y el Cfius [Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos] debería hacer una revisión".
Musk financió su toma de Twitter usando recursos propios, los de un grupo de inversionista y aproximadamente $ 13 mil millones en financiamiento de deuda.
Los analistas dicen que es probable que el aumento de la deuda limite a la empresa, que ha luchado por expandir su base de usuarios y lleva años sin generar ganancias.
En conjunto, el príncipe Alwaleed bin Talal bin Abdulaziz al Saud y Kingdom Holding Company (el fondo de inversiones del reino de Arabia Saudita), son el segundo mayor inversor en la nueva empresa privada, según un documento presentado ante el gobierno de EEUU. El monto de la inversión es de $ 1,89 mil millones.
El príncipe Alwaleed, quien fue un importante inversor de Twitter antes del acuerdo de Musk, tuiteó que la participación se alinea con la "estrategia de inversión a largo plazo" de la Kingdom Holding Company.
Musk está trabajando con una pequeña "sala de guerra" de confidentes en una serie de temas en este momento, incluido el capitalista de riesgo David Sacks, el inversionista Jason Calacanis, el capitalista de riesgo y Twitter-ex Sriram Krishnan, así como sus representantes Alex Spiro y Jared Birchall.
La suscripción a Blue
Ahora la red social piensa en aumentar el precio de su plan de suscripción Blue de 5 a 20 dólares al mes y hacerlo obligatorio para los usuarios verificados.
Si se lanza el plan, los usuarios verificados (tienen una marca azula al lado de sus nombres). tendrán que suscribirse al servicio en un plazo de 90 días o perderán la marca azul.
Además, se ha informado a los empleados que trabajan en el proyecto de que serán despedidos si no aplican los cambios antes del 7 de noviembre.
Twitter lanzó Blue a finales del año pasado en EE.UU. por 3 dólares al mes, pero en julio subió el precio a 5. Ofrece a los suscriptores funciones como artículos destacados, iconos personalizados y, más recientemente, la posibilidad de editar tuits.
La empresa no ha revelado el número de suscriptores, los ingresos u otros detalles de Twitter Blue, pero la gran mayoría de sus ingresos (89%) procede de la publicidad, según Investopedia.
Musk telegrafió la medida ayer, tuiteando que "todo el proceso de verificación está siendo renovado ahora mismo".
Actualmente son unas 428.000 cuentas que llevan la marca azul, una fracción de los 206 millones de usuarios activos diarios del sitio.
Mucha de esa gente ha tuiteado sobre el cambio, y muchos no pagarían 20 dólares por mantener su estatus de verificado. Al mismo tiempo, los usuarios han señalado que el nuevo sistema podría aumentar los problemas de bots y spam de Twitter que Musk parece odiar.
Por qué Elon Musk quiere cobrar por verificar las cuentas de Twitter
La primera respuesta es evidente: Musk quiere mejorar los ingresos de Twitter. Los ingresos de la red social entre abril y junio de 2022 retrocedieron un 1,1% hasta los 1.176, 6 millones de dólares.
La compañía no ha cumplido con las expectativas de los analistas que habían estimado unos ingresos para el segundo trimestre de 1.320 millones.
En su primer gran movimiento de producto, Musk está comenzando a rehacer la oferta de suscripción de la compañía a un precio sustancialmente más alto y vincular su sistema de verificación de cuenta a las suscripciones.
Ese sistema de cuentas verificadas, los "cheques azules" de Twitter junto a nombres notables, había involucrado un enfoque elaborado para determinar los carteles notables.
Musk ahora ordenó que se vincule a Twitter Blue, el servicio de suscripción de la compañía, donde el precio pasaría de aproximadamente $ 4.99 por mes a $ 19.99 por mes. Los usuarios verificados actuales tendrían 90 días para suscribirse al nuevo precio más alto o perderían su verificación.
Sin embargo, es muy dudoso que los ingresos por verificación vayan a salvar a la compañía, que sigue dependiendo principalmente de los ingresos por publicidad.
Si todos los abonados cancelasen la cuota, eso supondría ingresar casi 8,5 millones de dólares al mes; parece mucho, pero no lo es, al lado de los 1.176 millones de dólares que la compañía ingresó en el segundo trimestre de este 2022.
Para muchos, esta acción es un signo de los nuevos tiempos que el millonario quiere implantar, en los que quiere que la voz de todo el mundo tenga igual peso, piense como piense.