María Cristina García Cepeda (Ciudad de México, 1946) es la nueva encargada de dirigir el buque cultural mexicano. Su nombramiento este miércoles viene condicionado por el súbito fallecimiento de Rafael Tovar y de Teresa, que dejó huérfana la secretaría de Cultura, una institución nacida hace apenas un año y cincelada por el propio alto funcionario casi a su imagen y semejanza.
Tras más de 40 años de carrera en la Administración pública, Maraki, como es conocida popularmente, ha ocupado prácticamente todos cargos clave de las instituciones culturales que ahora caen bajo el paraguas del ministerio. “Es un espléndido nombramiento, la culminación natural de una vida entregada a las instituciones culturales y, sin duda, la persona adecuada para culminar el proyecto de Tovar y de Teresa”, apunta Jorge Volpi, escritor y director de difusión cultural de la UNAM. Ambos coincidieron hace más de 25 años en el Festival Internacional Cervantino. García era la directora y Volpi empezaba sus pasos en la gestión cultural.
Cuando el presidente Carlos Salinas de Gortari decretó la creación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (Conaculta) y nombró a Tovar y de Teresa como responsable, Maraki, ya estaba allí. En 1994, como secretaria ejecutiva del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), participó en el polémico Sistema Nacional de Creadores. Aquel nuevo plan de promoción cultural, extendía las becas por tiempo indefinido y levantó fuertes críticas por los criterios de selección de los beneficiarios. Algunos nombres: Fernando del Paso, Ramón Xirau, Salvador Elizondo, Elena Poniatowska, Vicente Leñero o Teodoro González de León. Otro escritor coetáneo, que no optó a las becas, José Agustín, definió el plan en su obra Tragicomedia mexicana como “un fondo de estímulo a la creación artística con becas que los mismos artistas otorgaran”.
Con la apertura política y la llegada del PAN al poder, Tovar y de Teresa fue enviado a Roma como embajador y María García pasó a encabezar el Auditorio Nacional. Su último cargo ha sido como directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), considerado el escalón previo a la sillón de la secretaría, y que también ocupó en su día Tovar y de Teresa.
María Cristina García Cepeda recibe una cartera con un presupuesto de 860 millones de dólares, más dotación que Turismo, Relaciones Exteriores y Economía. Su creación el año pasado fue recibida con escepticismo entre el mundo de los creadores. Aún casi en pañales, muchos creen que empeorará la endémica burocratización de la Administración mexicana. La primera tarea de Maraki será comenzar con el nombramiento de centeneras de mandos intermedios.
Con información El País de España