Hasta hace poco tiempo no estaba claro el origen del cero, uno de los mayores inventos de la humanidad. El enigma fue revelándose a lo largo del siglo XX, y una reciente datación arqueológica, de 2017, ya no deja lugar a dudas: el cero nació en la India.
María del Carmen Taborcía/ El Político
Fueron los sabios indios los primeros en dibujar un símbolo para representar el cero, un dígito que no aparece en los escritos griegos ni entre los números romanos.
Los sabios de la India, desde el siglo IV al XIII, no solo usaron el cero como una simple cifra con la que completar su sistema numérico posicional, sino que lo convirtieron en un número independiente y con entidad propia, que comenzaron a emplear en operaciones aritméticas (suma, resta, multiplicación y división).
La utilización del cero se expandió rápidamente por el este y el oeste de China, y también fue aceptado por las culturas árabes e islámicas. En estas dos últimas fue donde se produjo el impulso definitivo para comerciar y agilizar las operaciones. Pero el acceso al viejo continente se resistió, puesto que los números establecidos eran los del Imperio Romano, recién en el siglo XIII se vieron las virtudes que poseía ese número.
El cero nació en la India, pero se le dio nombre en Europa. El término sifr, vacío en árabe, derivó en el latín zephyrum, que acabó convirtiéndose en el zefiro italiano y contraído en el zero veneciano, con el que el matemático italiano Leonardo Pisano, o Leonardo Bigollo, conocido como Fibonacci decidió nombrar al “0”.
Pero el “cero” es un signo numérico de valor nulo, que en notación posicional ocupa los lugares donde hay una cifra significativa. Si está situado a la derecha de un número entero, decuplica (multiplica por diez) su valor; colocado a la izquierda no lo modifica.
La expresión “ser un cero a la izquierda”, quizás tenga su origen en las matemáticas, y significa que una persona no vale para nada, no tiene importancia. Se utiliza generalmente para hacer daño a otro individuo, o también se usa para autocriticarse. Tenemos otras como: empezar de cero, o tolerancia cero.
A pesar que es la nada, está presente en todo nuestro sistema numérico, en la geometría y el álgebra. Es el “0” uno de los encargados de formar la mitad del sistema binario (0-1) que se utiliza en la programación informática.
Una frase perfecta para los políticos: “Después de sumar tus mentiras y restar tus engaños, tu cuenta queda en cero”. Claro está que no se refiere a la bancaria.
Abogada y Escritora (AR)