La guerra en Ucrania ha cambiado. Lo que en un principio iba a ser una invasión rápida, por parte de las tropas rusas, para tomar el control del territorio, pasó a ser una larga lucha sangrienta, que no asoma un final cercano.
El Político
Según analistas, en solo cinco instantes las condiciones de la guerra han cambiado de manera drástica.
Luego de su visita a Ucrania, el Secretario General de la ONU, António Guterres, ha declarado: "la guerra no terminará con reuniones. La guerra terminará cuando la Federación Rusa decida terminarla y cuando haya un acuerdo político serio. Podemos tener todas las reuniones. Pero eso no es lo que pondrá fin a la guerra".
Esta sentencia de Guterres dibuja el panorama actual de la guerra. Mientras António Guterres visitaba la capital ucraniana, Vladimir Putin ordenaba bombardear Kiev.
Esto es un atentado directo contra la Organización de las Naciones Unidas, en la humanidad de su Secretario General. Un claro mensaje del Kremlin al mundo civilizado: "yo tengo el control".
Hay cinco momentos clave, cinco hechos que están cambiando el rostro de la guerra. Pues lo que se vislumbra en el horizonte de la barbarie rusa es un largo tiempo de sufrimiento por delante.
El presidente de #Ucrania ?? se quejó de que "los negociadores rusos no tienen capacidad para tomar decisiones" y la última palabra siempre la tendrá #VladimirPutin ?? (mg)https://t.co/skE4yfpYID
— DW Español (@dw_espanol) May 2, 2022
Tensión discursiva en aumento
El presidente, Joe Biden, declaró el pasado jueves que dos meses de lucha en la guerra desencadenada por la invasión no provocada del presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, habían llevado al mundo a un punto crítico.
"A lo largo de nuestra historia, hemos aprendido que cuando los dictadores no pagan el precio de su agresión, provocan más caos y se involucran en más agresiones. Estos siguen avanzando. Y los costos, las amenazas para EEUU y el mundo, siguen aumentando. No podemos permitir que esto suceda”.
Por su parte, Liz Truss, canciller de Gran Bretaña, ha sido más contundente en sus declaraciones: "la geopolítica ha vuelto".
Todos los actores involucrado en esta guerra absurda están entendiendo que la confrontación no terminará pronto. Se trata de una lucha de poderes, donde hay demasiados intereses en juego.
Ahora hay que pensar a largo plazo. El conflicto tiende a extenderse cada vez más, con el dramático costo que supondrá para Ucrania, Europa y el resto de las naciones del mundo civilizado.
Sin dejar de pensar en el costo para los ciudadanos rusos, víctimas indirectas de una guerra sin sentido. Pues el que se opuso a esta guerra terminó preso, mientras la economía rusa se va al foso.
El representante de la UE?? dijo que entre las nuevas #sanciones a Rusia?? por su "agresión injustificada" a #Ucrania?? está la salida de más bancos rusos del sistema #SWIFT
Además, buscan "limitar las importaciones energéticas de Rusia", agregó (ama)https://t.co/lRn00soukC
— DW Español (@dw_espanol) May 3, 2022
Un conflicto bélico que se expande
Aprovechando el apagón informativo del fin de semana, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y el secretario de Estado, Antony Blinken, estuvieron en Kiev.
La nueva estrategia contra el Kremlin, por parte de las naciones aliadas, no es peleando en el campo de batalla. Sería debilitando al enemigo, a la propia Federación Rusa.
Las sanciones contra Moscú y el respaldo permanente a Ucrania, contribuirían para debilitar los planes de Vladimir Putin.
En ese sentido, El secretario general de la Alianza Atlántica – OTAN, Jens Stoltenberg, dijo el pasado jueves, que: "la guerra podría prolongarse y durar meses o años".
El fantasma nuclear
El rostro de la guerra también ha cambiado, desde el momento en que entró en escena el posible uso de armamento nuclear.
La retórica nuclear alarmante desde Moscú, evidentemente ha causa alarma mundial. Uno de los actores que peso que ahora actúa con mayor cautela es la OTAN.
El uso de las armas más peligrosas del mundo podrían ser una estrategia para asustar a las poblaciones occidentales.
Sin embargo, la posibilidad de un choque entre las dos potencias nucleares del planeta, EEUU y la Federación Rusa, sigue latente. Y esto permanecería inalterable, mientras la guerra continúe.
El ministro de Relaciones Exteriores de la Federación Rusa, Sergey Lavrov, ha dicho: "el peligro nuclear es real y no debemos subestimarlo".
El presidente del Estado Mayor Conjunto, el general, Mark Milley, comentó que: "era completamente irresponsable, que cualquier líder de alto rango de una potencia nuclear, comenzara a hacer sonar un sable nuclear.
Una carnicería que se agudiza
Al no poder tomar la capital, Kiev, las tropas rusas han cometido los peores crímenes de guerra: ensañarse contra la población civil.
Las denuncias de ataques a zonas civiles, los disparos contra ciudadanos, las violaciones de mujeres y jóvenes, son solo algunas de las atrocidades que han dejado las tropas rusas en retirada.
El caso del bombardeo a la estación de trenes de, Kramatorsk, en momentos en que miles de civiles trataban de huir de la guerra, es un caso emblemático de crímenes de guerra.
Esta manera de actuar por parte de las tropas rusas, esta carnicería, se está incrementando cada vez más.
Ivan Fedorov, alcalde de la ciudad de Melitópol, advirtió: "los ataques de las tropas rusas contra la población civil todavía están causando una carnicería espantosa. Esta semana, las fuerzas de Putin querían matar a toda la nación ucraniana".
Por su parte, el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, dijo: "el insensible desprecio de Putin por la vida no se limita a los ucranianos, que son el objetivo de sus armas. Aproximadamente 15.000 militares rusos han muerto en Ucrania, en poco más de dos meses".
Diplomacia ignorada
Creer que la diplomacia va a lograr algo a estas alturas de la guerra sería ingenuo. Pero, incluso, desde el inicio de la invasión, se supo que Putin dice una cosa, pero hace otra.
Que Putin ordenara bombardeo sobre Kiev, al momento de la visita de António Guterres es prueba de su valoración particular y retorcida del conflicto que él mismo creo, y de la diplomacia propiamente dicha.
Para Putin la diplomacia ha sido una burla. El mundo entero observó cómo Putin recibió a los presidentes de Brasil y Argentina; en comparación a como recibió al presidente de Francia.
Mientras estrechaba las manos de sus contrapartes latinoamericanos y se sentaba a su lado. Con Emmanuel Macron hacía exactamente lo contrario, al poner distancia con una mesa de varios metros entre ellos.
Este es un claro mensaje al mundo, de cómo traduce e interpreta Putin la diplomacia en tiempos de guerra.
Han sido muchos los mandatarios, primeros ministros, jefes de Estado, que se han acercada a Vladimir Putin, para tratar de detener esta guerra sin sentido.
Pero hasta ahora, el Kremlin solo se ha dedicado a mantener viva una retórica de falsedades, de mentiras, de decir una cosa y hacer otra.
La actitud de Vladimir Putin es engañosa. No es posible confiar en su palabra, pues no la tiene. Y hasta ahora, la diplomacia le ha valido lo que le vale la vida del pueblo de Ucrania.
La realidad desalentadora al final de una semana decisiva para occidente y la Federación Rusa es que la paz en Ucrania todavía esta muy lejos.
Aunque occidente siga apoyando a Ucrania, no puede poner fin a la guerra. Una confrontación que solo causa destrucción, dolor y muerte.
Además, el impacto de la guerra genera peligrosas ondas de choque políticas, militares y económicas en el resto del planeta. Y el único que puede detener todo esto se llama Vladimir Putin.