La salida masiva de venezolanos al exterior corresponde a un solo problema, la revolución. Y es que a medida que avanza los días y el régimen continúa ganando terreno, los venezolanos padecen con más fuerza la crisis social, económica y política que parece no detenerse. Por ende, los ciudadanos se ven obligados a buscar mejorías fuera de las fronteras venezolanas, pero no siempre resulta lo esperado.
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— El Político (@elpoliticonews) September 13, 2017
Aunque los sueños se mantienen intactos y las esperanzas son las últimas que se pierden, los criollos con o sin profesión se las ingenian para escalar y adquirir la tan ansiada calidad de vida fuera del territorio venezolano. (Trabajar de lo que salga , ganarme algo o trabajo es trabajo), serían algunos de los comentarios que se entredicen ante el severo reto de adquirir la prosperidad y compartirla con los familiares dejados en Venezuela.
El lugar más cercano para escapar de la crisis es Colombia. A pesar de abrir sus puertas a cientos de venezolanos, las oportunidades labores son reducidas, sin embargo hay una que siempre busca empleados; la prostitución.
Desempeñada por hombres y mujeres, todos diferentes en rasgos pero con igual nacionalidad. Es el trabajo más cotizado por ser “rentable” y por su falta de formalidad a la hora de documentaciones, pues no se requiere confirmación de legalidad dentro del país , solo simples ganas de generar dinero.
– Las horas laborales –
Aunque la prostitución es una labor que a muchos parece inquietar, en Colombia puede ser más común de lo que parece y pese a que es sabido que es un oficio preciso de bares o clubes nocturnos, las damas y caballeros comienzan a laborar “donde sea” desde las 10 de la mañana, siendo como punto favorito el céntrico parque Mercedes Abrego de Cúcuta.
“Esperar un mes para comprar las bolsas de comida que nos vende el gobierno, no alcanza para tantos. Nos tocaba entonces amanecer haciendo cola para comprar alimentos en abastos o repagarlos, eso salía más caro”, dijo Yesenia González, una venezolana quien ejerce el oficio y otorgó declaraciones a El Estímulo, mientras era acompañada por otras cinco venezolanas.
– ¿Cuánto vale un rapidin? –
El costo de servicios varía. Un rapidin, que no es más que sexo por 15 minutos (máximo) tiene un costo entre 30.000 y 40.000 pesos ( que al cambio que se manejaba hace días, podría ser unos 200.000 mil bolívares).
La clientela abunda, por lo que pueden hacer incluso hasta seis servicios en un día. Los días más movidos son los sábados y domingos, “esos días son más buenos”, explicó Yesenia.
“La plata alcanza”
Para Yesenia, ir a lugares donde entregan alimentos a los venezolanos, no es de su preferencia. Pues con el sueldo que genera, le alcanza para comprar comida diaria y alquilar un apartamento con el que convive con otras siete venezolanas, que ejercen su misma labor.
Yesenia asegura que regresar a Venezuela sería retornar al caos y con cuatro hijos que mantener más una familia que la necesita , han sido las razones por las cuales continúa en Colombia. “Aquí hay plata y lo ayudan a uno y con lo que reúno, mando giros a La Guaira, para que mi gente pueda comer” manifestó.
Aunque el oficio sea despreciado por cientos, los venezolanos que no les quedó de otra que “resolver” lo tildan de esfuerzo. Pues salir del país, dejar a toda una familia, trabajo y hogar porque simplemente “no alcanzaba para vivir” es el panorama que enfrentan hoy día miles de criollos que rasguñan y trabajan de “lo que sea” para alcanzar lo que tanto sueñan; una buena calidad de vida.
Con información de Venezuela Al Día