El pasado viernes el presidente Joe Biden presentó ante el Congreso su primera propuesta de presupuesto por 6 millones de dólares. Con este plan el gobierno de Estados Unidos busca expandir el tamaño y alcance del gobierno federal.
El Político
El gasto que propone la Casa Blanca estaría combinado con aumentos significativos de impuestos a corporaciones y los más ricos. Sin embargo, la propuesta se enfrenta a dificultades en el Congreso y ante los republicanos, que se oponen a la mayor parte del gasto de Biden.
El documento, de más de 1.700 páginas, detalla el plan de Biden de restaurar la infraestructura del país; expandir la seguridad social y combatir la desigualdad de ingresos. Esto lo haría con algunos de los niveles más altos de gasto federal de la era de la posguerra.
Se trata de un presupuesto que contempla aumentos dramáticos en fondos para el cambio climático, atención médica, planes de trabajo y familias. La Casa Blanca dice que la posible acumulación de deuda federal en los primeros años se compensaría con cambios permanentes en el código tributario y el crecimiento económico.
Biden justifica los déficits con improbables reformas tributarias; al tiempo que proyecta una modesta inflación y un amplio repunte en el empleo de Estados Unidos, destaca el portal El Periódico. Según este medio, habrían sido omitidas "algunas de las ambiciones políticas más complicadas y costosas del Presidente"; como el hecho de que se trata de un plan administrado por el Gobierno que compra cobertura de atención médica.
Asimismo, destaca que este presupuesto no logra equilibrarse nunca; pues proyecta déficits anuales por encima de 1,3 millardos de dólares en 10 años, una deuda nacional de 39 millardos de dólares y 117% de producción económica anual para 2031.
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— The White House (@WhiteHouse) May 28, 2021
El Periódico resume los puntos claves de la propuesta presentada por Biden el pasado viernes:
Cambio climático
Para este tema se prevé invertir 36 millardos de dólares. La propuesta incluye inyección de dinero en los programas climáticos del gobierno; y en iniciativas contrarrestar la amenaza con tecnología de energía limpia, vehículos de cero emisiones y una mayor eficiencia energética.
Aumento retroactivo de impuestos
En la propuesta de Biden se asume que el aumento en la tasa de ganancias de capital será retroactivo en abril de 2021. Con esto se evitaría una venta rápida de activos antes de fin de año y con ello el alza. El resto de los incrementos de impuestos iniciarían el 1° de enero de 2022, según un alto funcionario de la administración citado por El Periódico.
Además de revertir los recortes de impuestos de Trump, el presupuesto no aborda la deducción de impuestos estatales y locales. Este aspecto podría decepcionar a los demócratas moderados de los estados.
Atención médica
El plan de presupuesto de Biden contempla ayuda para los programas de seguro médico existentes; lo que implica expandir el financiamiento de la salud pública y promover políticas como un plan de seguro administrado por el gobierno para las personas que compran su propia cobertura, la llamada “opción pública”, a la que se oponen los republicanos y algunos demócratas moderados.
Incluye propuestas para permitir que las personas se inscriban en Medicare a los 60 años en lugar de los 65; y que Medicare negocie los precios de los medicamentos recetados. Su presupuesto tampoco contiene un plan concreto para abordar el déficit de fondos a largo plazo para el Seguro Social o un fondo fiduciario para Medicare.
Mantiene el presupuesto para agencias de inmigración
El presupuesto de Biden exige mantener el gasto en el Departamento de Seguridad Nacional al mismo nivel que se promulgó en 2021, 54,9 millardos de dólares. Sin embargo, quiere usar ese dinero en parte para “implementar un sistema de inmigración justo, ordenado y humano”.
Esto incluiría 345 millones de dólares para que los Servicios de Ciudadanía e Inmigración aborden los casos acumulados de naturalización y asilo. En el presupuesto, también se refleja el compromiso de Biden de aumentar la ayuda exterior que fue recortada por Trump. Incluiría 10 millardos en asistencia humanitaria para refugiados, víctimas de conflictos y otras personas vulnerables en el extranjero; más 861 millones de dólares para abordar las causas de la migración de Centroamérica a Estados Unidos.
Leyes antimonopolio
De aprobarse el presupuesto planteado por Biden, los organismos de control de la competencia obtendrían fondos adicionales para aumento de personal; esto se haría a medida que procesan dos importantes casos de monopolio contra empresas de tecnología estadounidenses.
El presupuesto de la división antimonopolio del Departamento de Justicia aumentaría 9% hasta ubicarse en 201 millones de dólares. Por su parte, el presupuesto de la Comisión Federal de Comercio subiría 11% hasta 390 millones de dólares.
Fondos para Amtrak
El operador estadounidense de trenes de pasajeros Amtrak, en el que Biden solía viajar a su casa de Delaware cuando era senador, obtendría un aumento del 35% hasta 2,7 millardos de dólares. Estos recursos se destinarían a mejorar las vías y las estaciones y actualizar el mantenimiento; estas acciones formarían parte del plan de gastos para transporte e infraestructura.
Rentabilidad a largo plazo
La Casa Blanca resaltó el impacto a largo plazo del presupuesto. Para 2030, ya con Biden fuera de la Presidencia, las reformas tributarias propuestas comenzarían a controlar los déficits de referencia. Antes de eso, su nuevo gasto aumentaría los déficits mientras aumentan los nuevos ingresos. Para 2030, los nuevos ingresos comenzarían a superar los nuevos gastos propuestos.
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