A raíz de la aprobación del plan económico más progresista y el que más plata le dará a la gente en los Estados Unidos a raíz de la pandemia del coronavirus, surgen interrogantes sobre si el mismo pudiese ser un arma de doble filo.
El Político
Esta arma de doble filo se refiere, como destaca una nota de La Nación de Argentina, a que los economistas advierten ahora de un riesgo a un brote inflacionario que lleve a la Reserva Federal a subir la tasa de interés, y termine por desatar una recaída.
Este es el riesgo que decidieron correr Joe Biden y los demócratas tras aprobar dicho plan sin la opinión republicana. Quienes solo pudieron mirar con enfado un plan que denunciaron "como un festival de gasto y un caballo de Troya de la izquierda".
Reporta dicho portal que cuando Joe Biden era vicepresidente de Barack Obama, los demócratas lograron sacar a duras penas un paquete de rescate de poco menos de un billón de dólares del Congreso para parar la crisis financiera global.
En ese momento, hubo economistas que advirtieron que el plan era insuficiente, demasiado chico.
Luego, la economía tuvo "una recuperación lenta y anémica que casi le cuesta la reelección a Obama. Esta vez, Biden y los demócratas fueron por todo".
Llega cuando el COVID-19 se va
La aprobación del plan de $1.9 billones de dólares llega justo cuando el coronavirus parece estar controlado por un efectivo plan de vacunación y cuando la economía da muestras claras de recuperación.
En ese sentido, el empleo, factor determinante de que dejó la pandemia, también empieza a recuperarse.
Aún así los demócratas optaron por aprobar dicho plan, "decididos a orquestar un rescate lo suficientemente grande como para no tener que preocuparse de que fuera demasiado chico", refiere el portal.
Se trata pues de una apuesta arriesgada.
"El plan cuenta con un enorme respaldo del país –un 70% está a favor de las medidas– y puede terminar de propulsar la recuperación de la economía, dándole a Biden y a los demócratas un impulso político más que atractivo de cara a las próximas elecciones legislativas, y las presidenciales de 2024, donde podrían volver a cruzarse con Donald Trump", cerró la nota.
Fuente: La Nación