La presidente de la Cámara, Nancy Pelosi, está comprometida con someter a votación el plan de reconciliación y el presupuesto de infraestructura de 1 trillón de dólares para hoy o mañana, de acuerdo con declaraciones de la presidente.
El Político
Sin embargo, este tema ha sido toda una polémica con relación al tiempo de ejecución y para nada sorprende que la votación pueda retrasarse considerando las múltiples variables existentes.
En El Político ya hemos hablado de este tema y las posibles salidas que existen ante esta disyuntiva en la que se encuentran los demócratas.
Piedras en el camino del Plan de Reconciliación
Sin embargo, los demócratas moderados se enfrentan a la presidente del Congreso para poner un obstáculo a la votación: ellos quieren un análisis de presupuesto por parte de la Oficina de Presupuesto del Congreso. Un análisis que, por cierto, no va a ocurrir en el corto plazo.
Adicionalmente, los moderados tienen preocupaciones inquietantes sobre la modificación de los precios de medicinas por prescripción e inmigración. Temas que han sido siempre el talón de Aquiles del Plan de Reconciliación en la perspectiva de los moderados.
Por otra parte, los demócratas progresistas se han plegado a la votación del plan de reconciliación y el presupuesto de infraestructura.
Cambio de aires entre progresistas
Este cambio de aires probablemente se deba a la visita de la semana pasada del presidente al Capitolio. En la que pudo conversar con varios líderes conservadores para suavizar su postura y alinearse en el marco de no afectar su imagen como una facción que deseaba entorpecer la acción de gobierno en temas legislativos.
En el mismo orden, Nancy Pelosi aún sigue debatiendo con los progresistas sobre la provisión del SALT (un programa de impuestos locales y estatales). Los progresistas no lo apoyan debido a que consideran que solo beneficiará a los sectores más pudientes de la sociedad.
Cambios en el lenguaje de Inmigración
El plan de reconciliación ha pasado también por una serie de revisiones. De las cuales es resaltable la última.
Debido a que incluye un lenguaje que permitirá al Departamento de Seguridad Nacional indultar ( por hasta cinco años) a aquellos inmigrantes indocumentados que entraron a los Estados Unidos antes de enero de 2011.
Lo que implica un alto al proceso de deportación al que pudiesen ser objeto.
Todo esto gracias al lobby de Nancy Pelosi con los demócratas pro-inmigración. Quienes desean cambiar el enfoque del gobierno de la política de “cero tolerancia” impuesta por Donald Trump para con los inmigrantes.
Pero, ¿y el Senado?
En el Senado el ambiente también es complejo para incluir la inmigración dentro del plan de reconciliación. Ya que la Parlamentario del Senado Elizabeth MacDonough ha rechazado dos veces esta propuesta.
Los senadores Dick Durbin (D-III.) y Robert Menendez (D-N.J.) han tratado de introducir una nueva propuesta de inmigración a la Parlamentaria.
A propósito de esto, la Parlamentaria ha indicado que no puede dictar una opinión sobre este tema ya que la Oficina de Presupuesto del Congreso no ha dado su punto de vista sobre el impacto del plan de reconciliación. Por lo que ella no podría decidir si la propuesta de los senadores tiene, o no, un asidero para validarla a través de la “regla Byrd”.
Los escenarios que debe manejar Pelosi
Lo que puede ocurrir con esto es que en la Cámara de Representantes pueda haber una votación sobre el plan de inmigración dentro del plan de reconciliación, pero con el riesgo de que este texto sea devuelto a la Cámara por parte del Senado.
En caso de ser así, los demócratas se enfrentan a un nuevo reto con estas disposiciones.
Si bien es cierto que una votación del plan podría acelerar las cosas para el gobierno, la retención de las provisiones de inmigración serían un traspiés para los demócratas pro-inmigración y para los progresistas que ven con buenos ojos una transformación en esta área.
Pero este reto será algo por lo que el liderazgo demócrata tendrá que preocuparse en el futuro luego de tener la poco probable votación del plan de reconciliación.
Fuente: Punchbowl News