Los traficantes de estupefacientes son muy creativos para hallar otras formas de transportar su mercancía. ¿Qué pasa si este modelo de negocio es afectado por las restricciones del coronavirus, el confinamiento y la prohibición de la vida nocturna? Ante todo, necesita un plan B rápidamente.
El Político
Las cocinas de drogas se encuentran actualmente aisladas de sus clientes en todo el mundo. Esto se debe a que apenas se realizan vuelos comerciales y en todas partes los controles fronterizos son más estrictos. Entonces, ¿qué puede hacer un jefe de la droga en Colombia, que ya no puede despachar su producto a los pequeños traficantes de Bogotá, Medellín y Cali, o enviarlo a EE. UU. o Europa?
La ONU teme que la recesión económica genere un aumento del consumo de drogas en todo el mundo. Según los expertos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y el Centro de Vigilancia de las Drogas de la Unión Europea, hace tiempo que los contrabandistas han ideado alternativas para comercializar sus productos ilegales.
Por ejemplo, para transportar la cocaína entre Sudamérica y Europa. En vez de ser enviada por correo a través de un avión, el "oro blanco" es despachado directamente por rutas marítimas.
Para la producción local, esto significa convencer a los agricultores colombianos, cuyo negocio de frutas y verduras se ha desplomado a causa de la pandemia, de que el cultivo ilegal de drogas podría ayudar a sus familias a sobrevivir. Por lo demás, esto significa subir los precios y seguir el principio económico de la oferta y la demanda.
Según el informe de la Organización de las Naciones Unidas sobre las drogas recientemente publicado, el número de personas que consumió drogas como el cannabis, la cocaína, el opio o las sustancias sintéticas en 2018 se mantuvo más o menos estable en 269 millones en comparación con el año anterior. La mayoría consumió hachís. Al menos 35,6 millones de adictos sufrían problemas de salud generados por las drogas. El mercado se había vuelto confuso debido a la variedad de unas 500 drogas de diseño como el fentanilo, según detalló la ONU.
Los precios de la cocaína a niveles récord
Debido a la crisis del coronavirus, el precio de la cocaína se disparó en más de un 220 por ciento por kilo y hasta en un 45 por ciento por una dosis. En Francia, un gramo de cocaína ahora cuesta 100 euros en lugar de 60. Hace unos cuatro meses, los traficantes seguían usando cartas, paquetes y maletas con doble fondo en los vuelos internacionales.
Los medios colombianos informan que ahora aprovechan que, a pesar del aumento de los controles en las fronteras, las autoridades aduaneras de los puertos usan menos personal. Y esconden la cocaína en barcos y aviones de carga, entre los plátanos, la pulpa de fruta o la mezclan con harina. Además, los traficantes mezclan la cocaína con el estimulante alcaloide efedrina, en una proporción de 70:30. Menos calidad, mayor precio. Los consumidores aceptan dañar su salud sin titubear.
Según los expertos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y el Centro de Vigilancia de las Drogas de la Unión Europea, hace tiempo que los contrabandistas han ideado alternativas para comercializar sus productos ilegales.
Por ejemplo, para el transporte de la cocaína entre Sudamérica y Europa. En vez de ser enviada por correo a través de un avión, el "oro blanco" es despachado directamente por rutas marítimas. Para la producción local, esto significa convencer a los agricultores colombianos, cuyo negocio de frutas y verduras se ha desplomado a causa de la pandemia, de que el cultivo ilegal de drogas podría ayudar a sus familias a sobrevivir. Por lo demás, esto significa subir los precios y seguir el principio económico de la oferta y la demanda.
Descienden los cultivos de hoja de coca en Colombia
Naciones Unidas constata una bajada de un 9% en la superficie cultivada de hoja de coca: un total de 154.000 hectáreas, rompiendo así por segundo año consecutivo la "tendencia de crecimiento" de los últimos años.
Soldado colombiano en una misión de erradicación de cultivos de coca en una imagen de archivo.
Colombia registró 154.000 hectáreas sembradas de hoja de coca en 2019, una baja del 9% frente a las 169.000 reportadas en 2018, aunque la producción de cocaína se mantiene estable en el mayor productor mundial de esa droga, informó este miércoles (17.06.2020) la ONU. Con estos datos "se rompe la tendencia de crecimiento (de narcocultivos) que se inició en 2014″ en la nación sudamericana, dijo en la sede de gobierno Pierre Lapaque, representante en Colombia de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Es el segundo año consecutivo en que se da cuenta de retroceso en los sembradíos ilícitos de la materia base de la cocaína, según el informe anual conjunto de UNODC y el gobierno colombiano que se realiza hace veinte años. En 2018 los narcocultivos tuvieron una leve disminución de 1,2% al pasar de 169.000 hectáreas frente al récord de 171.000 hectáreas de 2017. Entonces se puso freno a una tendencia al alza iniciada en 2014, cuando se contabilizaron 69.000.
"Aquí queda plasmado el esfuerzo de todo un país y esperamos que estas tendencias se mantengan y se incrementen", dijo el presidente Iván Duque durante la presentación del reporte. Aunque hay menos área cultivada, la producción de cocaína se mantuvo estable por "una mayor productividad de los lotes de coca en zonas muy específicas que pueden considerarse como enclaves productivos", agregó Lapaque. "Solo hubo incrementos significativos de la coca en Norte de Santander y Valle del Cauca", especificó.
El potencial de producción de clorhidrato de cocaína se estimó en 1.137 toneladas métricas, para un aumento de 1,5% en comparación con los cálculos de 2018. En cuanto a las incautaciones, la Unodc señaló que el año pasado las de cocaína sumaron 433 toneladas y las de base de coca aumentaron un 41%, al pasar de 35,3 toneladas a 49,8 toneladas. "Celebro también que de la droga producida el año pasado se encontró una gran capacidad de incautación, la más alta desde que nosotros estamos presentando el fenómeno de las drogas", agregó Duque.
Desde que asumió el poder en agosto de 2018, el gobierno conservador de Duque estableció como prioridad la lucha contra el narcotráfico y lanzó un plan antidrogas que prevé reducir a la mitad el territorio cultivado con coca entre 2022 y 2023. El mandatario ha dicho que el año pasado se erradicaron manualmente 100.000 hectáreas, una cifra histórica, y para este 2020 se espera que se acaben otras 130.000.
Sin embargo, expertos estiman que la resiembra alcanza en promedio cerca del 50% de las hectáreas erradicadas a la fuerza. En sus esfuerzos para combatir el tráfico de drogas, Duque también prevé reactivar la aspersión con glifosato, una iniciativa aplaudida por Estados Unidos. Colombia se mantiene como el principal productor de cocaína y mayor cultivador de hoja de coca del mundo, por delante de Perú y Bolivia, mientras el mayor consumidor de esta droga es Estados Unidos.
lgc (afp/efe)
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