Para el año 2050 la población mundial superará los diez mil millones de personas, mientras que el calentamiento global hará que algunas regiones del Planeta no sean adecuadas para una vida cómoda. Para alimentar a tanta gente es necesario aumentar la producción agrícola entre una y media o dos veces. En los últimos años el trabajo de los agricultores se basa no solo en las técnicas de la labranza clásica y la biotecnología moderna, sino también en la agricultura de precisión que incluye el seguimiento por satélite de los cultivos y otras tecnologías digitales.
Los científicos creen que la agricultura del futuro debe cumplir varios criterios básicos, entre los principales están el respeto al medio ambiente, la optimización del rendimiento, la eficiencia económica, la resistencia a enfermedades y plagas. Es la base del concepto de así llamada agricultura sostenible que contrasta con el boom de la agricultura industrial ampliamente difundida después de la Segunda Guerra Mundial. Los cambios extensivos en la agricultura en las décadas de 1940 y 1970 se asocian con el uso de pesticidas, el mejoramiento genético de cultivos, el uso de fertilizantes y el riego regulado. Entre las nuevas tendencias está el uso amplio de plantas genéticamente modificadas y la aplicación de tecnologías digitales. Son dos inventos que ayudarán alimentar a la creciente población mundial.
¿Qué es exactamente la agricultura de precisión?
Su objetivo principal es identificar las áreas no uniformes dentro del campo. Esto nos permite optimizar el uso de fertilizantes y productos fitosanitarios, así como diferenciar la siembra de cultivos agrícolas. Las herramientas de agricultura de precisión son el monitoreo satelital, detección de su estado del desarrollo de las plantas y el análisis de los datos recibidos a largo plazo. Para hacer esto un agricultor potencial necesita repetir, regularmente, un simple algoritmo: cargar la información sobre la situación actual de su campo y seguir las recomendaciones obtenidas a base de imágenes satelitales, adecuando el tratamiento de las plantas y previniendo posible desarrollo de plagas.
Los fabricantes instalan sensores de GPS en la maquinaria agrícola. Estos sensores recopilan la información sobre el estado de la siembra y, con la ayuda de drones, recogen y acumulan los datos de cosechadoras y sembradoras. Hoy en día es posible elaborar recomendaciones para el cuidado de los cultivos, así como para la siembra y la cosecha, sobre la base de datos acumulados del campo en cuestión (relieve, tipo de suelo, luz solar recibida, clima, cantidad de malezas y plagas). De esa forma los agricultores van a administrar su campo dividido en áreas homogéneas.
Las tecnologías siguen avanzando cada día más, así que los agricultores tienen que seguirles el paso utilizando, a lo máximo. las tecnologías satelitales en su trabajo para asegurarse un lugar seguro entre empresarios más exitosos.
¿Cómo se usan los satélites en agricultura?
Los satélites son capaces de inspeccionar el área no una vez cada dos semanas, como hace varios años, sino una vez al día. El agricultor carga la información sobre el campo en su cuenta (en una computadora, tableta o teléfono) que se almacena y se procesa por servidores remotos. Después la plataforma correspondiente le muestra un pronóstico del desarrollo de los cultivos en cada uno de los campos con las recomendaciones para su cuidado. El software funciona sobre la base de modelos informáticos y datos del monitoreo satelital acumulados durante varios años, así como a partir de la información cargada por el agricultor.
Esto no solo ahorra tiempo y esfuerzo, sino que también contribuye a la sostenibilidad del campo: en caso de cualquier amenaza, el agricultor recibirá una advertencia y podrá minimizar el impacto negativo. Y, como resultado, aumenta la calidad de los productos agrícolas, los rendimientos y las ganancias.
La tecnología de agricultura de precisión implica el uso de una constelación de satélites capaces de conservar muchísimos datos a largo plazo (un satélite suele quedarse en órbita durante años) y monitorear el estado corriente de los cultivos. Todos los países con industrias espaciales desarrolladas ya están utilizando el seguimiento satelital para fines agrícolas. Las diferencias están en la precisión de las mediciones, en el software y en el nivel de desarrollo de la infraestructura. Por ejemplo, en India las pruebas de agricultura de precisión comenzaron solo en 2015, mientras que los Estados Unidos y Europa, así como Rusia y China, son bastante más avanzados en este aspecto.
La recolección de imágenes de satélite más completa de la Tierra se ha llevado a cabo por NASA como parte del programa Landsat. De 1972 a 2013 se lanzaron ocho naves espaciales como parte del programa. La resolución de las imágenes variaba entre 15 y 120 metros (según el rango de radiación). No obstante, los satélites modernos operan con una resolución de hasta varias decenas de centímetros. Las empresas utilizan los datos de estos y otros satélites para predecir los riesgos de enfermedades y para controlar las tierras agrícolas.
Algunas compañías ofrecen a los agricultores un sistema integral de gestión del campo. Las soluciones integradas ayudan a los agricultores a determinar correctamente el método de labranza, a planificar y llevar a cabo la siembra de cultivos y a proteger eficazmente la cosecha. Además, se pueden transmitir recomendaciones específicas directamente al equipo agrícola apropiado.
Las recomendaciones del software especializado optimizan los costos de fertilizantes (hasta un 40%), los productos de protección de cultivos (hasta un 30%), y aumentan los rendimientos (hasta 10%). Las tecnologías satelitales representan una sabia y oportuna inversión en el sector agrícola que se amortizará muy rápidamente si se aplica de forma correcta.
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Fuente: MiamiDiario