La inflación en Venezuela es un tema que los venezolanos sufren a diario, sin importar si entienden cómo funciona o por qué ocurre. La medida se halla en los bolsillos vacíos, ante los inminentes aumentos, que ningún ajuste salarial ha logrado llevarle el paso. Los productos más básicos se han convertido en lujos actuales.
Entre la inestabilidad económica y la escasez, los venezolanos se encuentran entre la espada y la pared. El sueldo poco alcanza y es invertido en alimentos y rubros de primera necesidad.
La crema dental es un producto clave de higiene personal que también se ha visto afectado por la grave crisis del país. El conflicto del gobierno y los empresarios por el otorgamiento de divisas, generó que la Colgate de Venezuela parara la producción desde marzo, por falta de materia prima y la imposibilidad de importarla por cuenta propia.
La situación le dio paso a los “pequeños importadores”, quienes ofrecen el producto a precios exagerados, pero que obedecen a los costos de dicha importación, que se tasan al precio que ponga el mercado negro o paralelo.
Tal es el caso de la crema dental marca Colgate que llegó a los comercios criollos con un precio que se pudiera catalogar como “terrorífico” ya que el mismo equivale varios días de salario mínimo para poder adquirirlo a un precio de 60.806,08 bolívares.
A muchos de los venezolanos no les sorprende ver cómo aumentan esta clase de rubros tan importantes para la familia, sin embargo, no se escapa del pensamiento la pregunta de ¿Qué vamos hacer ahora?
Con un sueldo de Bs. 177.544 los ciudadanos tendrán que pensar si pueden gastar casi la cuarta parte de su ingreso mensual en una crema dental, dejando de adquirir cualquier otro alimento que también se encuentra por las nubes.
Con información de Venezuela Al Día