“Debe ser terrible habitar en un país en donde los tribunales electorales, los tribunales de justicia y las fuerzas armadas están entregados a la voluntad de un grupo de delincuentes”. El politólogo Fernando Mires resumió en 30 palabras el sentir de casi todo un país y de buena parte de un continente tras la convalidación del mayor fraude electoral en la historia de América Latina.
Pese a no contener ninguna sorpresa, la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) golpeó en la línea de flotación de la esperanza nacional. Tan eufórico estaba el propio Nicolás Maduro, que horas más tarde aprovechó la reposición de una de las estatuas de Hugo Chávez derribadas durante las protestas para profundizar en la conmoción: “El pueblo chavista tiene la responsabilidad de sanar las heridas del odio generadas por la extrema derecha. El amor lo puede todo”, ironizó el mandatario, quien calificó la sentencia como “santa palabra”.
Una estatua nueva preside el paseo marítimo en la costa más cercana a Caracas, pero la fotografía que simboliza aquellos días, con un joven subido al cuello del gigante de piedra mientras le golpea con un martillo representa la estrategia de la oposición democrática para hacer valer la soberanía nacional. Golpe a golpe hasta resquebrajar el muro de una dictadura que se protege con la fuerza bruta de las fuerzas armadas y policiales, los cuerpos de Inteligencia y los colectivos paramilitares y se ampara en las grandes autocracias del planeta.
¿Qué viene ahora?, se preguntaban ayer dentro y fuera del país. “Nosotros: foco en la meta, disciplina y confianza. Cada día logramos un objetivo más”, respondió María Corina Machado. “A estas alturas nadie se traga la burda maniobra del TSJ para esconder las actas que demuestran la apabullante victoria de Edmundo González Urrutia. Lejos de cerrar el caso han acelerado el proceso que cada día aísla y hunde más a Maduro.”, reclamó María Corina Machado.
La líder opositora asumió, a sabiendas, un reto más parecido a un maratón que a una carrera de velocidad. «Esto es ajedrez, mano y mano. Se sabía que este camino es así, incluso más allá de la sentencia creo que el impacto entre la gente tiene que ver más con el paso de los días que con la decisión del tribunal», destaca el analista Miguel Velarde.
Una carrera de fondo llena de trampas. Así lo dejó claro el viernes el fiscal general y presidente del Poder Moral, Tarek William Saab, quien anunció que en las próximas horas citará al verdadero ganador de las elecciones ante el Ministerio Público. En principio, Edmundo González debe rendir declaraciones sobre su «autoría de la página que ha usurpado las competencias del poder electoral venezolano». Al igual que Machado, el candidato de los demócratas se encuentra a resguardo tras desatar el chavismo una represión sin límites.
Respuesta de 11 países de las Américas
Uno de los primeros espaldarazos del mundo democrático llegó desde Chile, donde su presidente, el progresista Gabriel Boric, dejó muy claro que no reconocerá el fraude de Maduro. Once países de las Américas, con EEUU a la cabeza, respondieron el viernes en un comunicado conjunto que sólo con una auditoría imparcial e independiente permitirá garantizar el respeto a la soberanía popular.
Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos cuestionó de forma enérgica la validez e integridad de una sentencia del TSJ que «pretende consolidar en el poder al régimen del que hace parte».
«Ahora es que urge el apoyo internacional», advirtió para este periódico María Puerta Riera, profesora de gobierno americano en Florida. «El aislamiento de Venezuela será más profundo, afectando la capacidad de movilización política, pues el régimen de Maduro, siguiendo a Daniel Ortega, ilegalizará a la oposición, además de la sociedad civil. En este escenario, la persecución arreciará, no habrá margen para el ejercicio de derechos políticos. Maduro está atrincherado, es rehén de sí mismo», subrayó la internacionalista.
La receta de la oposición no ha cambiado, tras el hito histórico alcanzado entre el 28 y 30 de julio con la victoria por paliza, más de cuatro millones de votos de ventaja de Edmundo González sobre el «hijo de Chávez», su defensa en los colegios electorales y la valiente operación de miles de personas que recogieron la copia de las actas, las ocultaron, fotografiaron, digitalizaron y enviaron a una base de datos para que se hicieran públicas.
«Movilización popular, movilización internacional con gobiernos y partidos de países que han denunciado a Maduro y acercamiento con los dirigentes y sectores producto de la fragmentación del régimen», insistió para EL MUNDO Carlos Blanco, intelectual socialdemócrata muy cercano a María Corina Machado.
El ex presidente del Parlamento Cristóbal Fernández Dalo va más allá al precisar que Machado «movilizará la calle con el menor riesgo posible», mientras que la comunidad internacional aplicará sanciones contra los bienes de los jerarcas chavistas.
«Creo que las manifestaciones de disidencia serán cada vez mayores en la dirigencia oficialista, en parte como reacción a la paranoia represiva. También debería aumentar el descontento dentro de la Fuerza Armada, consecuencia de la permeabilidad de la situación socioeconómica, el clima persecutorio y el resquebrajamiento jerárquico causado por la pérdida de legitimidad de los mandos superiores», acotó para EL MUNDO Fernández Dalo.