El beato venezolano, José Gregorio Hernández, también conocido como el “Médico de los Pobres”, está a punto de ser canonizado por la máxima autoridad de la iglesia católica, gracias a un milagro concebido en Miami.
El Político
Cabe resaltar que según lo anunció la Arquidiócesis de Miami, de ser verificado y aprobado, este sería el primer milagro confirmado en la ciudad emblemática del sur de la Florida: la curación de un residente con una enfermedad graves.
Apenas un mes después del anuncio de un posible milagro en Miami, los funcionarios de la arquidiócesis anunciaron la conclusión de su investigación y enviaron los resultados oficiales a Roma para su revisión.
La Arquidiócesis también explicó que el único autorizado para abrir causa de santidad es el obispo de la diócesis donde residía el presunto santo, en este caso el obispo de Caracas, cardenal Baltazar Porras. Pero como el presunto milagro se produjo en la Arquidiócesis de Miami, el arzobispo Wenski inició esta investigación.
En la investigación de este presunto milagro atribuido a la intercesión del Beato José Gregorio intervinieron 16 testigos, entre peritos, médicos que atendieron a la persona y testigos objetivos. El proceso duró poco más de dos semanas, del 31 de mayo al 17 de junio, cuando se presentaron los documentos investigativos en una pequeña ceremonia en el Centro Pastoral arquidiocesano.
Una vez que los resultados de la investigación llegaron a Roma, “concluimos la llamada fase diocesana del presunto milagro. El documento ahora pasa a lo que se llama la fase romana”, dijo el padre Barrachini.
El milagro que llevará a José Gregorio a su canonización
Meses atrás, luego de haber participado en algunas celebraciones, el empresario venezolano Gonzalo Morales Divo, residenciado en Miami, sufrió una falla multiorgánica, que comprometió el corazón, hígado, riñones y cerebro, por lo que los médicos debieron mantenerlo durante unas semanas en coma inducido, para salvarle la vida y evitarle un derrame cerebral.
En su estadía en el centro hospitalario el paciente Gonzalo Morales Divo, vio la imagen de Doctor José Gregorio Hernández, en dos ocasiones previamente a su curación sin explicación médica alguna y contra todo diagnostico.
Afortunadamente, con el paso de los días, el empresario logró reponerse parcialmente con cierta rapidez, aunque presentaba problemas de coordinación, motricidad y en el habla. Los médicos presumían que el daño cerebral podía ser irreversible e irreparable.
Meses después, luego de varias sesiones de fisioterapia, el empresario empezó a caminar, a hablar con mayor soltura, hasta encontrarse en la actualidad totalmente recuperado.
Nota de Prensa