El océano Pacífico es una ruta muy buscada por los narcotraficantes en el sur de América. En 2022, las autoridades de Ciudad de México realizaron el mayor decomiso de cocaína de la historia de la ciudad: se confiscaron 1,68 toneladas de droga proveniente de Colombia, que iban con destino a Estados Unidos en dos camiones.
El Político
Varios informes mostraron que las rutas del narcotráfico hacia los países caribeños siguen siendo efectivas para llegar a los mercados del norte de América. Estados Unidos compartió información de inteligencia con las autoridades mexicanas, proporcionando detalles precisos sobre la ruta de los camiones y el lugar donde se almacenaría la droga. Esta información se logró conseguir a través de llamas interceptadas entre los narcotraficantes.
Vía favorita por el narcotráfico
Expertos en seguridad comentan que estas organizaciones siempre buscan las rutas más eficientes y con menos vigilancia para llegar a los mercados de consumo.
Aunque siempre ha sido una ruta muy utilizada por los narcos, desde 2019 se ha observado un aumento en el uso del Pacífico americano como plataforma de narcotráfico hacia Estados Unidos. Esto se ha convertido en una estrategia para evitar los problemas generados por la crisis en Venezuela y su impacto negativo.
![](https://vpol1tico.com/wp-content/uploads/2024/01/WhatsApp-Image-2024-01-09-at-9.33.52-PM.jpeg)
El Cartel de Sinaloa de México es conocido por dominar la ruta del tráfico de cocaína por el Pacífico americano. Los estados mexicanos que tienen costa en el Pacífico, como Michoacán, Colima, Chiapas, Oaxaca y Guerrero, son puntos clave en esta ruta.
Desde que se implementó el acuerdo Entendimiento Bicentenario entre México y Estados Unidos en diciembre de 2021, las autoridades lograron incautar alrededor de 10 toneladas de drogas provenientes de Sudamérica por mar y aire.
El narcotráfico utiliza diversas estrategias para transportar las drogas, incluyendo lanchas rápidas, embarcaciones de pesca artesanal y submarinos. Incluso utilizan embarcaciones deportivas para camuflar sus actividades y evadir la vigilancia en aguas internacionales.
Aunque las autoridades realizan esfuerzos para supervisar el Pacífico y prevenir la entrada de alcaloides, Centroamérica sigue siendo vulnerable en esta cadena debido a la falta de recursos para controlar las formas de entrega en constante evolución.