Entre los 602 mil estudiantes que residen en Manabí y Esmeraldas persiste el temor. Las réplicas del terremoto que el 16 de abril azotó este sector no paran y muchos de ellos no asisten con regularidad a clases.
Esto lo reconoció ayer el ministro de Educación, Augusto Espinosa, quien comentó que “existe el temor natural de los padres de familia de enviar a los hijos a los planteles”, pese a que se les garantiza que en estos estarán seguros.
“Lo que hemos visto es que paulatinamente la tasa de asistencia se va incrementando y tiene reducciones cada vez que se produce una réplica. Se incrementa el temor, pero pasan unos días y otra vez los niños vuelven a clases”, indicó. Frente a esta situación, el funcionario indicó que más de 11.000 docentes de esta zona han sido capacitados por sicólogos “para que ellos sean parte activa de la recuperación, tanto personal como material”.
Escenario
El temor aumentó con las últimas réplicas, que se dieron el domingo pasado y que alcanzaron una magnitud de 5.9 y 6.3 grados, casi una semana después de que el ciclo lectivo iniciara, de manera formal, en esta parte de Ecuador. Ayer, pasado el mediodía, también se registraron temblores.
Las clases en estas provincias se suspendieron el lunes y se retomaron ayer, menos en siete planteles ubicados en Muisne y tres en Atacames que, en su mayoría, resultaron con afectaciones leves por los últimos sismos.
Los chicos de esos establecimientos deberán retornar hoy a las aulas, menos los de la escuela Eugenio Vicente Tobar, quienes serán reubicados hasta el 13 de julio en otra institución educativa, ya que la que ocupaban presenta daños que comprometen su estructura.
Pese a este escenario, Espinosa confía en que esto no altere el cronograma de los 200 días lectivos del calendario escolar y que los alumnos puedan terminar clases en la misma fecha del resto del régimen Costa.
Explicó que el calendario contempla un margen de 20 días para actividades distintas a la educación formal y que, hasta el momento, las clases solo se han suspendido en dos ocasiones: por las réplicas del domingo y por las que se dieron, con la misma intensidad, a mediados de mayo. “Son fácilmente recuperables”, anotó.
Contingencia
Para que los alumnos de Manabí y Esmeraldas puedan reanudar su formación, el Estado ha invertido 50 millones de dólares en acciones como la instalación de 26 unidades educativas provisionales que tienen capacidad para acoger a más de 1.000 alumnos. Entre los planes está destinar otros 96,7 millones de dólares para la construcción de un centenar de establecimientos que se los denomina Siglo XXI, los cuales estarían listos hasta abril del próximo año.
De esos, 55 tendrán capacidad para recibir a 1.140 estudiantes y 45 para 570 chicos por jornada. Contarán con varias aulas, laboratorios, bibliotecas, canchas, entre otros servicios.
Con información de La Hora