El incendio del Amazonas será el punto nuevo de la agenda que ha generado la furia de Jair Bolsonaro, Presidente de Brasil, quien acusó a Macron de "mentalidad colonialista".
El Político
La cumbre del G7, que comienza oficialmente mañana, ya ha comenzado con la presencia de dirigentes que abordarán los desafíos mundiales y un gran despliegue policial frente a los opositores a la cumbre y el riesgo de disturbios.
El presidente francés, Emmanuel Macron, anfitrión este año de la tradicional recepción de las siete grandes potencias democráticas e industriales, pretende seguir la ruta dejada por sus antecesores Charles De Gaulle y Francois Mitterrand, quienes creían que Francia debía fomentar la conciliación mundial. Además, se sustituyen los acuerdos formales por las "discusiones informales", iniciadas por el también expresidente Valéry Giscard d’Estaing en 1975, tras la primera crisis del petróleo.
Muchos egos debordados
De Irán, el Brexit, y ahora el riesgo de la humanidad ante los incendios del Amazonas, son temas difíciles cuyas las fracturas se multiplican entre el estilo del presidente estadounidense, Donald Trump, imprevisible y ya en campaña para su reelección, un nuevo primer ministro británico provocador, Boris Johnson, mas los intereses no coincidentes de los líderes (Francia, Alemania, Japón, Italia, Canadá).
Macron eliminó del menú la declaración final, presintiendo el peligro tras el giro inesperado de la precedente cumbre en Canadá, donde Trump rechazó firmar las conclusiones que había aceptado. Así que el encuentro comenzará con una cena de gala y concluirá con una rueda de prensa según reseña France Presse.
Francia, decidida a erigirse como mediador, no pierde la esperanza de lograr obtener algunas concesiones de Trump sobre el programa nuclear iraní, cuestión espinosa que amenaza con incendiar Oriente Medio.
Irán en el centro de la discusión
"Lo que espero de Estados Unidos y de la discusión en el G7, es una aclaración sobre la estrategia" para desbloquear a los iraníes, declaró Macron.
El presidente francés se reunirá previamente con el jefe de la diplomacia iraní, Mohammad Javad Zarif, para fijar "propuestas" que permitan salvar el acuerdo sobre el programa nuclear de Irán.
París intenta obtener un alivio de las sanciones estadounidenses sobre el petróleo iraní a cambio de que Irán vuelva a respetar plenamente el acuerdo, así como negociaciones con Teherán sobre su programa balístico y su influencia regional.
Lucha contra las desigualdades
El tema oficial de la cumbre es la Lucha contra las desigualdades, donde el reciente episodio de los refugiados africanos que no podían desembarcar son sólo una muestra del sufrimiento de las grandes mayorías en muchas naciones. Francia ha extendido las discusiones a los dirigentes de "potencias de buena voluntad" como India, Australia, Sudáfrica y Chile, mientras los líderes importantes pasearán por Bearritz,el balneario más lujoso del mundo y preferido por la realeza en los siglos pasados.
Rusia, ¿dentro o fuera?
Rusia, fue excluida de este foro desde que anexionara Crimea en 2014, sin embargo Macrón lo invitó para conversar en su residencia de verano y aparece como aliado Trump, quien aboga -en contra de sus pares- por su reintegración. "Es más sensato tener a Rusia", aseguró el martes.
"No olviden que la próxima cumbre se celebrará en Estados Unidos en 2020, que es el año de las elecciones presidenciales estadounidenses. Por lo que a Donald Trump le interesa que la cumbre tenga éxito […] y prepara el terreno para la próxima", anticipa Rohinton Medhora, presidente del Center for International Governance Innovation, grupo de reflexión canadiense.
Durante tres días, los líderes mundiales se reunirán en el Hôtel du Palais, lejos de la sociedad civil a la que dicen escuchar. Más de 13.000 policías y gendarmes serán desplegados en toda la región, donde una gran concentración de opositores a la cumbre hace temer disturbios el sábado desde Hendaya a Irún (España).