Por Bob O’Donnell, Presidente y Analista Jefe de TECHnalysis Research, LLC
Es difícil no darse cuenta de cuánta atención ha estado recibiendo la red 5G últimamente. Ha sido la historia principal en los noticieros vespertinos, la historia principal en los mayores sitios de noticias y el tema de mucha discusión recientemente. Por desgracia, mucho de esto ha sido confuso para aquellos fuera de la industria inalámbrica, en gran medida debido a las preocupaciones planteadas por la FAA (Administración Federal de Aviación) y la comunidad de la aviación.
Lo que realmente está sucediendo es que dos de los tres grandes operadores de telecomunicaciones del país acaban de activar el uso de algunas nuevas e importantes frecuencias de banda media para 5G, llamadas C-Band que prometían finalmente llevarlas a la era moderna. Mientras tanto, T-Mobile ha estado utilizando un conjunto diferente de frecuencias de banda media (que adquirió a través de su fusión con Sprint hace dos años) para continuar construyendo una red 5G rápida propia. (Como han demostrado numerosas pruebas de velocidad comparativas recientes de compañías como Ookla y OpenSignal, esa estrategia ha funcionado bastante bien para T-Mobile, pero entraremos en los detalles un poco más adelante).
Para realmente entender todo esto, debemos comprender algunos principios básicos sobre cómo funcionan las redes celulares. Todas las redes inalámbricas utilizan ondas de radio a diferentes frecuencias para enviar y recibir señales. Para evitar interferencias entre sí, así como con otros dispositivos, las empresas adquieren los derechos exclusivos para usar diferentes frecuencias de la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones, por sus siglas en inglés), que supervisa y administra ese proceso para los Estados Unidos.
Con las redes celulares anteriores, como 3G y 4G, todas las frecuencias estaban en un rango limitado de aproximadamente 600 MHz a 1.9 GHz (piense en ello como diferentes estaciones de radio). Una de las características únicas del 5G es que abrió la posibilidad de utilizar diferentes rangos de frecuencias para ayudar a permitir velocidades más rápidas y más capacidades. Las frecuencias de banda baja, por debajo de 1 GHz, fueron activadas para 5G por los tres principales operadores del país cuando el servicio estuvo disponible por primera vez; la experiencia, aunque más rápida que 4G para las velocidades de descarga, no fue notablemente diferente para la mayoría de las personas. La banda alta, las frecuencias de banda milimétrica mmWave (28 GHz), también se activaron para el uso de 5G hace unos años. Estas frecuencias ofrecen el potencial de velocidades muy rápidas, pero solo viajan distancias muy cortas y se ven obstaculizadas por cosas como ventanas, paredes, árboles o incluso personas. Como resultado, en realidad solo son útiles para entornos especializados como estadios y demasiado caras para ser ampliamente utilizadas para redes de uso general.
Por otro lado, las frecuencias de banda media (generalmente de aproximadamente 2.5 a poco menos de 6 GHz) tienen la combinación correcta de velocidad y cobertura, siendo ideales para redes 5G amplias y rápidas. De hecho, prácticamente todas las redes 5G en el mundo se basan exclusivamente en estas frecuencias de banda media. El liderazgo ejecutivo de T-Mobile estaba consciente de estas posibilidades y la combinación del espectro de banda baja y mmWave de T-Mobile con las frecuencias críticas de banda media de Sprint es lo que impulsó la fusión de T-Mobile con Sprint. El resultado fue que T-Mobile obtuvo una gran ventaja de dos años en la planificación y construcción de una moderna red 5G basada en banda media aquí en los Estados Unidos. Es una ventaja que la compañía continúa disfrutando hoy en día.
Los otros operadores apostaron desde un inicio por mmWave y, cuando buscaron centrarse en el espectro de banda media mucho más tarde que T-Mobile, tuvieron que esperar hasta que la FCC pusiera a disposición frecuencias críticas de banda media para el uso de la red celular. Anteriormente, estas ondas de radio se habían utilizado para aplicaciones como grandes antenas de televisión satelital y para fines del Departamento de Defensa. El interés en otorgar licencias en esas frecuencias esenciales de banda media, también llamadas Banda C (3.7-3.98 GHz), fue tan alto que colectivamente se gastaron más de $80 mil millones, un récord de la FCC, para acceder a ellas en una importante subasta que cerró el año pasado. Además, justo la semana pasada, se anunciaron los detalles finales de otra subasta de espectro radioeléctrico que obtuvo $22 mil millones adicionales (Subasta 110 para frecuencias de 3.45-3.55 GHz). En conjunto, estas dos subastas finalmente dan a los operadores estadounidenses acceso al espectro crítico de radiofrecuencia (RF) de banda media que necesitan para construir redes 5G de clase mundial.
Para AT&T y Verizon, estas frecuencias les permitieron comenzar el proceso de construcción y activación de sus redes 5G de banda media; de ahí la cobertura reciente. Para T-Mobile, por su parte, estas nuevas frecuencias son simplemente adiciones a sus grandes redes 5G de banda media existentes que utilizan las bandas de frecuencia de 2.5-2.6 GHz. Expresándolo en términos numéricos, AT&T activó 40 MHz de espectro 5G de banda C en ocho ciudades, Verizon activó 60 MHz de espectro de banda C en 46 mercados, pero T-Mobile ha estado ejecutando aproximadamente 80MHz de su espectro de 2.5 GHz en la mayoría de su huella de banda media a nivel nacional. Es por eso que las pruebas de velocidad mencionadas anteriormente están mostrando una gran ventaja en el rendimiento de descarga de T-Mobile.
Comprender los conceptos básicos de estas discusiones de frecuencia también ayuda a poner en contexto los supuestos problemas de seguridad de las aerolíneas. Los dispositivos en aviones (y helicópteros) llamados altímetros de radio han estado utilizando frecuencias en el rango de 4.2-4.4 GHz durante décadas. A pesar de que la brecha entre las primeras frecuencias de banda C a 3.7 GHz y 4.2 GHz es enorme desde la perspectiva de la señal de radio, se plantearon algunas preocupaciones de que podrían producirse interferencias. Debido a que T-Mobile ha estado utilizando frecuencias de 2.5 GHz para su 5G de banda media, su red ni siquiera es parte de la discusión: la brecha entre esta red y lo que usan los altímetros de radio es aún mayor.
De cara al futuro, se espera que todos los operadores del país aumenten la cantidad de espectro que emplean para los servicios 5G en frecuencias de banda baja, media y alta. Esto ofrece la promesa de redes 5G aún más rápidas en el futuro. En el caso de T-Mobile, la compañía compró una pequeña parte de espectro de banda C que puede comenzar a usar en 2023 y, en la reciente subasta de 3.45 GHz, la compañía agregó alrededor de 20 MHz en la mayoría de los mercados para ayudarlos a sumar a lo que ya tienen.
Por supuesto, la construcción de una red conlleva más que sólo tener licencias para el espectro. Se deben construir y equipar torres celulares en todo el país con los tipos correctos de antenas y otros equipos para enviar y recibir estas frecuencias.
En total, finalmente hemos entrado en una nueva era extremadamente emocionante para 5G, una que finalmente comienza a cumplir las promesas que escuchamos por primera vez hace muchos años.
Sin embargo, lograr ese objetivo no es un proceso corto y hay que dar pasos importantes para conseguirlo. No hay duda de que, en los próximos años, veremos algunos desarrollos emocionantes en la construcción de estas nuevas redes 5G, pero está igualmente claro que no todos los operadores están comenzando desde la misma posición.
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Bob O’Donnell es el presidente y analista en jefe de TECHnalysis Research, LLC una compañía de investigación de mercado que ofrece servicios de consultoría estratégica e investigación de mercado a la industria de la tecnología y la comunidad financiera profesional. Puedes seguirlo en Twitter @bobodtech.