Desde hace décadas la relación entre Reino Unido y la Unión Europea no ha sido fácil, por esa razón extraña que la separación no se haya producido antes
La hora del divorcio entre el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y la Unión Europea (UE) se acerca, ya que se producirá esta misma semana, concretamente el viernes 31 de este mes de enero.
Esta salida ha sido larga y dolorosa: la separación llega después de 45 años de unión, ha tardado tres años en consensuarse y el proceso tiene y tendrá consecuencias a nivel mundial. Esta es la cronología del fin de una relación que nunca fue del todo fácil.
Primer referéndum sobre Europa
Para entender cómo han llegado los británicos al momento actual hay que destacar que el divorcio pudo haber llegado décadas antes.
Reino Unido se convirtió en miembro de la Comunidad Económica Europea (Mercado Común) en 1973, y dos años más tarde, el gobierno laborista de Harold Wilson hacía la primera consulta sobre Europa: "¿Piensa usted que Reino Unido debe permanecer en la Comunidad Económica Europea?", se planteaba. El 5 de junio de 1975, el 67% de los votantes británicos dijo ‘sí’ a Europa.
Desde entonces, han sido cuatro décadas de altibajos. Londres siempre ha mostrado una mayor reticencia a la integración entre países comunitarios. Pero la llegada como primer ministro de Margaret Thatcher en 1979 marcó un giro en las relaciones entre Londres y la UE.
Entonces el país atravesaba una crisis económica, con un aumento del desempleo y continuas huelgas, y se disponía a aplicar un proceso de reformas con la privatización de muchas industrias estatales. Con el tiempo, la Dama de Hierro, empieza a aplicar una actitud más euroescéptica. En 1984 se plantó ante sus socios europeos.
Con Thatcher, los británicos consiguen la llamada "devolución" británica, un reembolso anual como parte de su contribución a las finanzas europeas destinado a compensar su menor uso de las ayudas agrícolas. Pero Londres negocia duro; y con su sucesor, John Major, el país queda exento de la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria: la implantación del euro.
23 de enero de 2013
En enero de 2013, el entonces candidato conservador David Cameron promete que si es reelegido en las elecciones de 2015 realizará, antes del año 2017, un referéndum sobre la permanencia en la UE. Los británicos le hacen premier y él cumple.
23 de junio de 2016
Reino Unido vuelve a las urnas a decidir por segunda vez sobre su futuro en Europa. Con una participación del 72% y por casi el 52% de los votos, el país decide poner fin a la relación. Cameron, que a día de hoy reconoce que la situación actual le deprime, dimite el 24 de junio y el 13 de julio toma el relevo Theresa May, quien abre una nueva etapa del Brexit.
17 de enero de 2017
La nueva premier anuncia que Reino Unido abandonará el mercado único y la unión aduanera, y que el parlamento votará el acuerdo definitivo al que se llegue con Bruselas. May pronuncia entonces una frase que le acompaña en su legislatura: "Un ‘no acuerdo’ es mejor que un mal acuerdo".
29 de marzo
Nueve meses después del referéndum, la mandataria firma la carta que invoca el artículo 50 del Tratado de Lisboa, por el que un Estado miembro puede abandonar voluntariamente la UE. Este gesto abre un proceso de salida y de negociaciones con Bruselas que deberá concluir antes del 30 de marzo de 2019. Comienza la cuenta atrás.
8 de junio
Para ampliar su frágil mayoría parlamentaria y poder afrontar las duras negociaciones de divorcio con la UE, Theresa May adelanta las elecciones generales. Sus aspiraciones se ven frustradas al quedarse a ocho escaños y perder la mayoría absoluta. Tras pactar con los unionistas norirlandeses para gobernar, la premier comienza a negociar con Bruselas para lograr un acuerdo que evite el apocalipsis: el Brexit duro.
26 de junio
Empiezan las reuniones para decidir cómo será la salida. Durante meses, los negociadores de ambas partes debaten sobre los nuevos derechos y responsabilidades de Reino Unido fuera de la UE: las condiciones para comerciar en el mercado único, los derechos de los ciudadanos europeos que viven en territorio británico, la cooperación internacional, Gibraltar, las dos Irlanda, etc.
10 de noviembre
May pone fecha y hora a la desconexión: las 23.00 GMT del 29 de marzo de 2019. Un ‘deadline’ (fecha límite) que nunca se llega a cumplir.
9 de diciembre
A finales de año, y tras horas de negociación, el divorcio empieza a coger forma. Jean-Claude Juncker, entonces presidente de la Comisión Europea, y May cierran de madrugada un primer acuerdo histórico sobre las condiciones de la ruptura con Reino Unido, el primer país en abandonar la Unión en 60 años.
Londres y Bruselas acuerdan que Reino Unido pague una factura de entre 40 y 45 mil millones de euros; que se garanticen los derechos de los ciudadanos europeos en el país y que no habrá frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte, entre otras cosas. Además, ese mes, la Cámara de los Comunes aprueba someter a votación el acuerdo final del Brexit, por lo que otorga al parlamento la última palabra sobre el Brexit.
Julio de 2018
Aparece en escena el plan Checkers, conocido como “La relación futura entre el Reino Unido y la Unión Europea”, que es un documento oficial del gobierno del Reino Unido sobre Brexit, publicado el 12 de julio por la Primera Ministra, Theresa May.
De todas las opciones de Brexit que se contemplaban, May propone a Europa un acuerdo de Brexit ‘blando’ que mantenga un área de libre comercio tras el divorcio para evitar la frontera dura en Irlanda que ponga en riesgo el Acuerdo de Viernes Santo. Los términos de la propuesta de la premier provocan dimisiones en cadena y agudizan la división en las filas conservadoras.
El Acuerdo de Viernes Santo, también llamado Acuerdo de Belfast, fue firmado en Belfast, Irlanda del Norte, el Viernes Santo de 1998 por los gobiernos británico e irlandés, y aceptado por la mayoría de los partidos políticos norirlandeses, para poner fin al conflicto de Irlanda del Norte.
25 de noviembre
Por fin, los líderes de los 27 países miembro validan el acuerdo, que incluye la famosa salvaguarda para garantizar que, en ningún caso, se vuelva a una frontera física entre las dos Irlanda que ponga en riesgo la paz. Esta cláusula ha sido la línea roja a lo largo de todas las negociaciones del Brexit.
15 de enero de 2019
Primera votación en el parlamento. Y es entonces cuando comienza la pesadilla de Theresa May: los diputados rechazan el Acuerdo de Retirada por una diferencia de 230 votos, la mayor derrota de un gobierno en la historia del país.
12 de marzo
Segunda votación: a menos de tres semanas para el divorcio y tras viajar ‘in extremis’ a Bruselas para reunirse con Juncker y Michel Barnier, negociador por la UE, May consigue que la UE conceda unas garantías adicionales sobre la salvaguarda, por las que Londres puede renunciar unilateralmente a la Unión Aduanera si no hay buena fe en las negociaciones sobre la relación futura.
Sin embargo, la oferta de la UE no es suficiente ni para el parlamento inglés ni para los unionistas del Partido Unionista Democrático (DUP), el mayor de los partidos políticos unionistas de Irlanda del Norte, que vuelven a votar en contra del Acuerdo de Retirada por 391 votos y abren dos opciones: o hay Brexit duro, o Londres deberá solicitar una prórroga.
11 de abril
Tras horas de negociaciones, la UE accede a retrasar el divorcio para evitar la salida abrupta de Reino Unido. Y se establece como nueva fecha el 31 de octubre de ese año.
24 de mayo
Después de casi tres años al frente del gobierno y de intentar tres veces que Westminster (el parlamento) respaldara su acuerdo con Bruselas, Theresa May anuncia su dimisión y se despide entre lágrimas del "país que tanto ama".
24 de julio
Y así, entra en escena el último de los grandes protagonistas del culebrón del Brexit: Boris Johnson. El ex alcalde de Londres y ex ministro de Exteriores vence en la carrera para suceder a May y es elegido por los diputados ‘tories’ para completar el proceso de ruptura con Europa. Es el candidato favorito de Donald Trump.
Desde su llegada, Johnson hace un viraje al Brexit duro. Promete que Reino Unido se marchará el 31 de octubre "con o sin acuerdo" y adelanta que Londres no pagará la millonaria factura de divorcio acordada por su antecesora en caso de no haber acuerdo.
29 de agosto
Desde su llegada como primer ministro, Johnson adopta una actitud desafiante. En agosto toma una de las decisiones más impopulares del laberinto del Brexit: suspende por sorpresa el parlamento hasta dos semanas antes de la fecha de salida, el 31 de octubre, para que la oposición no vete un Brexit sin acuerdo. El cierre desata una situación caótica en el país, con llamados de la oposición a los británicos a tomar las calles.
4 de septiembre
Para bloquear los planes de Johnson, el parlamento británico saca adelante un proyecto de ley que impide que Reino Unido abandone la UE sin acuerdo el 31 de octubre, a no ser que así lo decida el parlamento. El texto obliga al gobierno a pedir a Bruselas una nueva extensión si no se ha alcanzado un nuevo acuerdo.
24 de septiembre
El último revés para Boris vino de la mano del Tribunal Supremo de Reino Unido que declara que la decisión de suspender el Parlamento fue ilegal y supuso un abuso de poder. El parlamento reanuda sus sesiones tras el fallo del Supremo.
2 de octubre
A contrarreloj, Boris Johnson envía a Bruselas (sede de la UE) su plan para las dos Irlanda alternativo a la salvaguarda. En él, el gobierno se compromete a respetar el Acuerdo de Viernes Santo; a crear "amplias áreas de colaboración" entre el Londres y Dublín; una zona regulatoria común para productos agrícolas y manufacturados hasta 2025 y pide reconocer que Irlanda de Norte forma parte del territorio aduanero de Reino Unido cuando acabe el periodo de transición en 2020.
17 de octubre
Tras días de intensas conversaciones, el plan de Boris Johnson convence a Bruselas y los negociadores jefe de ambas partes anuncian que han llegado a un acuerdo técnico. La palabra final la tendrá el parlamento inglés que tiene previsto debatir el proyecto de ley del Brexit en una sesión extraordinaria para el día 19; sería la primera vez que se reúne un sábado desde la guerra de las islas Malvinas en 1982.
20 de octubre
El Parlamento británico fuerza a Johnson a echar el freno a su plan con la aprobación de una enmienda que le obliga a pedir una extensión del Brexit. Horas más tarde, Johnson envía la fotocopia de una carta (sin firmar) a Bruselas pidiendo la prórroga, acompañada de otra misiva original (esta vez firmada) alegando que personalmente cree que el retraso sería un "error". Una cosa es segura: no habrá un ‘Brexit de Halloween’ el 31 de octubre.
28 de octubre
Bruselas aprueba un nuevo retraso de tres meses en el divorcio, hasta el próximo 31 de enero. El Brexit se retrasa otra vez, y es la tercera. La prórroga, eso sí, tendrá la forma de ‘flextensión’, es decir, Reino Unido podrá abandonar el bloque tan pronto como se apruebe el acuerdo de salida.
30 de octubre
Al cuarto intento, Johnson logra finalmente el apoyo del parlamento a la convocatoria de elecciones anticipadas. Con el respaldo mayoritario de la oposición (438 votos a 20), el ‘premier’ fijó la cita con las urnas para el 12 de diciembre y se comprometió a posponer hasta entonces la aprobación de su acuerdo del Brexit.
12 de diciembre
Johnson obtiene la mayoría de los escaños de la Cámara de los Comunes y forma un nuevo gobierno. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, pide al Parlamento británico ratificar "rápidamente" el acuerdo para una retirada ordenada del Reino Unido de la Unión Europea.
22 de enero de 2020
El parlamento británico aprueba definitivamente el texto del Brexit, el cual sienta las modalidades del divorcio.
23 de enero
La reina Isabel II ratifica el proyecto del Brexit y, tras ello, se convierte en la Ley del acuerdo de retirada del Reino Unido de la Unión Europea.
29 de enero
Se espera que hoy el pleno de la Eurocámara vote a favor del acuerdo y, una vez, que el parlamento europeo haya dado su consentimiento, el Consejo de la UE adoptará por procedimiento escrito la decisión de aplicar el acuerdo en nombre de los Veintisiete países miembros.
31 de enero
Se oficializará el retiro y, a partir de esa fecha, se dará un periodo de transición de 11 meses durante los cuales se negociarán los términos concretos de una salida que se debería producir, de facto, el primero de enero de 2021.
(Con información de El Mundo y El País)