El director del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Regling, consideró hoy que Grecia está de regreso en la senda correcta, pero expresó sus dudas ante los últimos anuncios realizados por el Gobierno sin consulta previa.
"Los anuncios hechos anoche por el primer ministro griego sin consultar con la instituciones abren una serie de dudas", señaló Regling después de que Alexis Tsipras avanzara el reparto de 617 millones de euros, procedentes del superávit, como paga extra a 1,6 millones de pensionistas que ganan menos de 850 euros al mes.
En un discurso en Helsinki, según la transcripción facilitada por el MEDE, Regling repasó la evolución griega y consideró que ese país podrá volver al mercado de deuda antes de que concluya el último rescate, en agosto de 2018, "siempre que ponga en marchas las necesarias reformas".
A su juicio, la decisión del Eurogrupo este lunes de conceder a Atenas medidas a corto plazo para aliviar su deuda supondrá una ayuda adicional.
"Para resumirlo en una frase: Grecia ya no es un pozo sin fondo", manifestó en una intervención centrada en subrayar la efectividad de la respuesta europea ante la crisis.
Elogió cómo tras "años de políticas fiscales irresponsables" los países miembros están haciendo sus deberes y poniendo "orden" en sus cuentas públicas.
Y afirmó que la competitividad ha regresado a los países que necesitaron programas del MEDE o de su antecesor, el Sistema Europeo de Supervisión Financiera (EFSF, en inglés): Grecia, Irlanda, Portugal, España y Chipre.
"Cuatro países han concluido sus programas con éxito y son ahora historias de éxito. Irlanda, España y Chipre están entre los países con mayores tasas de crecimiento en Europa", recalcó.
Regling repasó la "gran conmoción" que han supuesto este año el "brexit" y las elecciones en EEUU, la escasa repercusión en los mercados de la victoria del "no" en el referéndum italiano y las "incertidumbres" que abren en 2017 las elecciones en Francia, Alemania y Holanda.
Ante el aumento de los populismos, defendió los beneficios de la globalización y de la integración europea y destacó las "ventajas económicas reales" para las empresas que ha supuesto el euro.
El director del MEDE se mostró optimista sin olvidar los desafíos a los que se enfrenta el proyecto europeo y que exigen, a su juicio, mayor integración y compartir los riesgos en la eurozona, a través de mecanismos fiscales o en los mercados de capitales.
Regling apuntó a la baja rentabilidad de las entidades financieras y, entre los motivos, destacó la tasa de morosidad, que, aunque esta descendiendo, en países como Chipre, Grecia, Italia, Irlanda y España supera el 10 % del total de los créditos y es "claramente demasiado alta".
Abogó en ese contexto por mas integración financiera y grupos bancarios transfronterizos, tras insistir en la necesidad de reducir de forma drástica la morosidad, los costes y el número de filiales, al menos en algunos países, y apostar por el mercado digital.
Con información de: EFE