La renuncia jefe del Departamento Legal del Reino Unido, Jonathan Jones por discrepancias con Boris Johnson sobre el acuerdo de divorcio de la Unión Europea pone en evidencia las dificultades para iniciar una vida independiente.
El Político
Como ocurre en casi todos los divorcios, ambas partes quieren lo mejor de los dos mundos y pretenden mantener las ventajas de la unión con la libertad aparente de la separación, a esta realidad no escapa el envalentonado Reino Unido que ahora pierde escenarios importantes al quedar fuera de Europa.
Jonathan Jones, jefe del Departamento Legal del gobierno británico, ha presentado su dimisión por serias discrepancias con el primer ministro Boris Johnson ante su intención de modificar el acuerdo de "divorcio" con la Unión Europea (UE) y el protocolo de Irlanda del Norte.
La renuncia de Jones se produce justo en el arranque de la octava ronda de negociaciones sobre el futuro acuerdo comercial entre Londres y Bruselas (sede de la Unión Europea), en medio de un clima de acritud creciente y desconfianza mutua.
Según reveló el Financial Times, Jones ha decidido abandonar su puesto tras advertir al "premier" de que la ley que presentó en el Parlamento el miércoles para "clarificar" el protocolo de Irlanda del Norte y evitar la creación de una aduana interior en el Reino Unido puede ser interpretada por Bruselas como una alteración del acuerdo de retirada de la UE, suscrito por Johnson el 17 de octubre del 2019.
La dimisión de Jones deja al "premier" en una posición de debilidad en el momento crítico de la negociación del futuro acuerdo comercial, horas después de que el propio Johnson admitiera que un "no deal" (no hay trato) sería a estas alturas "un buen resultado".
Jones es el sexto alto funcionario que arroja la toalla en los últimos meses por discrepancias con el gobierno o por órdenes directas del estratega Dominic Cummings, acusado de realizar una "purga" en el gobierno.
La estabilidad de Irlanda
Ursula Von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, recordó el lunes los compromisos adquiridos por Johnson y aseguró que lo que está en juego es "la paz y la estabilidad" en Irlanda.
"Confío en que el gobierno británico cumpla con el acuerdo de retirada, una obligación bajo las leyes internacionales y prerrequisito para cualquier futura relación comercial", recalcó escuetamente Von de Leyen en un mensaje en Twitter.
"Todo lo que se ha firmado debe respetarse", advirtió por su parte Michel Barnier, el negociador jefe de la UE, en declaraciones radiofónicas a France Inter.
"Pedimos simplemente y con calma que se cumplan los compromisos establecidos en el texto acordado por Boris Johnson. Lo importante para mí es lo que el primer ministro diga y haga, y lo que diga y haga su gobierno".