El desastre de AstraZeneca es mucho más grave que las declaraciones políticas. El problema real es que los retrasos de la vacuna de Oxford contra el COVID-19 están obligando a los países europeos a replantearse sus planes de vacunación para cumplir con el objetivo del continente: La vacunación del 70% de su población para el verano 2021.
El Político
Después de los grandes retrasos en la entrega de la vacuna de AstraZeneca -Oxford, Europa está buscando alternativas para cumplir su meta de inoculación. Por ello no descartan que la logren con el fármaco de Johnson & Johnson.
La vacuna de la empresa estadounidense Johnson & Johnson presenta unas increíbles ventajas con respecto al fármaco de AstraZeneca.
Estas son es fácil de almacenar, sólo se necesita una dosis y si logra demostrar su eficacia podría transformar el combate de la pandemia del coronavirus de Wuhan, velozmente, indicó Xataka
Johnson & Johnson la esperanza para Europa
La información de que el gigante farmacéutico norteamericano solicitó a la FDA que autorice su vacuna para "uso de emergencia" En Estados Unidos, representa una esperanza para todos los países de Europa.
Y ese movimiento, como ocurrió con las vacunas de Pfizer-BioNTech o Moderna, es la antesala de la aprobación en la Unión Europea.
¿Cuál es la diferencia con las otras vacunas?
La vacuna de Johnson & Johnson (también conocida como "de Jansen" por la filial belga de la compañía que la está desarrollando) surge de una colaboración con el Beth Israel Deaconess Medical Center de Boston.
Los científicos de este centro, llevan más de una década trabajando con el ‘adenovirus 26’ (Ad26) para desarrollar vacunas. La más conocida hasta ahora ha sido la del ébola, pero también han trabajado en vacunas contra el VIH o el Zika.
La idea de fondo de la mayoría de vacunas que estamos viendo llegar al mercado es similar: exponer de forma segura al sistema inmunitario a la proteína S (o "de pico") del SARS-CoV-2, la proteína que usa el coronavirus para entrar en las células del cuerpo.
Mientras que las vacunas de Pfizer y Moderna usan ARN mensajero para que la maquinaria molecular de nuestras propias células la produzcan, otras vacunas como la de J&J o la de Oxford "disfrazan" otro virus distinto (e inocuo) para que tenga esa proteína en su superficie.
Un adenovirus, para ser precisos. Los adenovirus son virus muy conocidos que se utilizan desde hace años para terapias génicas y desarrollar vacunas.
Lo que hicieron los investigadores del BIDMC es agregar el gen de la proteína en cuestión al Ad26, un virus modificado que puede entrar en las células, pero no puede replicarse en ellas ni causar ningún tipo de síntomas o enfermedades.
La principal ventaja frente a las vacunas de ARNm es que las que se basan en adenovirus son más estables y resistentes. Por su propia naturaleza, el ARN mensajero es algo que tiende a desaparecer pronto y, aunque tenemos técnicas para encapsularlo y conservarlo, no puede compararse con la resistencia de un virus protegido por sus propias capas de proteínas. El principal problema es que lo que ganamos en robustez, lo perdemos en precisión.
La importancia de la vacuna de para Europa
El pasado 8 de octubre la Unión Europea llegó a un acuerdo con la farmacéutica por 200 millones de dosis. Eso significa que España dispondrá de 20 millones de vacunas: las suficientes para vacunar casi a la mitad de la población contra el coronavirus de Wuhan.
Además, el hecho de no refrigeración especial y necesitar una única dosis, hace que la logística se simplifique muchísimo.
Es decir, lo esperable es que, una vez que empiece a llegar a los centros de salud, el ritmo de vacunación se dispare.
Es, hoy por hoy y tras los problemas con AstraZeneca, la gran esperanza europea para alcanzar el 70% de vacunaciones en verano.