Una colisión a medianoche en el Caribe, un patrullero venezolano hundido, acusaciones de espionaje y millonarias deudas marcan la trama de un crucero turístico, que ahora figura con embargo en Curazao.
El Político
El polémico choque de un crucero con una nave de la marina venezolana es sólo un capítulo más en la turbulenta historia de demandas, arresto y un viaje a la Antártida cancelado.
En su último episodio, una corte de Curazao -la isla neerlandesa de 160 mil habitantes en el Caribe- decretó este martes (12.05.2020) el embargo de la nave. Sólo pagando una cuantiosa garantía podrá dejar el puerto de Willemstad, donde permanece en medio de la cuarentena por coronavirus.
De acuerdo con el gobierno de Nicolás Maduro, el Resolute transportaba 160 personas, entre ellos mercenarios con destino a territorio venezolano. Sin embargo, la ministra de transporte, Zita Jesús-Leito, declaró a un medio local que el Resolute transporta solo 30 tripulantes.
Mientras tanto el Resolute permanece en Curazao retenido y el acceso al buque está restringido, principalmente debido a la actual pandemia.
Pero esta historia comenzó mucho antes, en Argentina.
Un crucero arrestado en Buenos Aires
"La Resolute ha tenido problemas en prácticamente todos los puertos en que ha estado", confirma a una fuente relacionada con el servicio legal marítimo en Argentina. El crucero tenía previsto iniciar en octubre su habitual temporada de tours a la Antártida. Decenas de pasajeros, muchos de ellos europeos jubilados gastando los ahorros de sus vidas, soñaban visitar el continente blanco.
El buque debía cargar combustible en la ciudad de Ushuaia, Tierra del Fuego, pero el viaje tuvo un giro inesperado. "Ninguna empresa quería aprovisionarlo de combustible sabiendo que tenía muchas deudas y no las estaba saldando", agrega la misma fuente. Sin combustible, debió dar media vuelta y retornar a Buenos Aires cuando recién iba en Puerto Madryn.
La expedición a la Antártida fue cancelada y la Resolute ancló en la capital argentina, donde la Justicia acogió los reclamos de extripulantes, proveedores y servicios de agenciamiento en contra del operador comercial, la canadiense One Ocean Expeditions, por cuentas impagas.
"La Resolute quedó formalmente arrestada por orden de un juzgado federal desde fines de octubre hasta principios de marzo", señala a DW el abogado argentino Francisco Venetucci, representante de algunos de los demandantes.
Gran parte de la información sobre el caso es confidencial, pero se sabe que la dueña del barco, Bunnys Adventure & Cruise Shipping Co., una empresa registrada en Bahamas, habría salido al rescate para impedir el remate de la nave. Versiones de prensa especulan que pagó más de tres millones de dólares para llegar a un acuerdo con los acreedores y lograr que se levantara el arresto. El buque dejó Buenos Aires el 5 de marzo.
Nadie sabe por qué tomó rumbo a Curazao, cuando había informado a la Justicia argentina que su destino sería Hamburgo. El desvío hacia Curazao agrega más de cinco mil kilómetros al viaje. Las hipótesis son que podría necesitar recargar combustible o que, en esa pequeña isla, no enfrentaría nuevas acciones legales.
Un naufragio y dos versiones
La colisión entre la RCGS Resolute y el Naiguatá, buque guardacostas de la Armada venezolana, a las 01:05 horas del lunes 30 de marzo, fue el golpe final a la ya accidentada travesía. Las versiones son contradictorias. El gobierno venezolano sostiene que el barco turístico Resolute embistió al navío de la marina "en aguas jurisdiccionales de la República Bolivariana de Venezuela".
La empresa Columbia Cruise Services (CCS), con sede en Hamburgo, encargada de la gerencia técnica del barco, asegura que el buque navegaba en aguas internacionales, que el Naiguatá abrió fuego e "intencionalmente embistió a la Resolute y continuó intentando girar el barco hacia aguas territoriales venezolanas".
Lo que los 40 marinos a bordo del Naiguatá nunca sospecharon fue que chocaban con un rompehielos, un navío de 125 metros de eslora y casco tan fuerte como para penetrar en los congelados mares polares. El patrullero de 80 metros, seriamente dañado, terminó naufragando.
Venezuela acusa a la Resolute de haber abandonado a la nave en desgracia. CCS dice que reiniciaron la navegación después de que el servicio de rescate de Curazao confirmó que había asistencia en el lugar. Felizmente, no hubo pérdidas humanas que lamentar.
El informe de Portugal
La Resolute tiene bandera de registro de Portugal, por lo que las autoridades alemanas no están involucradas en ningún aspecto, aclaró CCS. La compañía declinó entregar más informaciones, pues habría una investigación en curso.
En Portugal, sin embargo, la Oficina de Accidentes Marítimos (GAMA) ya publicó su informe. Conclusión: "fue un hecho no accidental en el contexto de una operación iniciada por la Armada venezolana". Esa noche, la Resolute realizaba labores de mantenimiento, cuando a las 00:15 horas fue contactada por radio por el Naiguatá, que le pidió identificarse y solicitó que la siguiera, como muestra la transcripción del diálogo.
"Durante las comunicaciones, Naiguatá abrió fuego y se aproximó a la RCGS Resolute (…) La proa de Naiguatá colisionó con la proa de estribor de RCGS Resolute. A causa de este hecho se produjo el hundimiento y pérdida total del buque de la Armada venezolana", indica el reporte.
GAMA aclara que esta investigación no analizó las causas que llevaron a la Armada venezolana a iniciar la operación, ni tampoco recopiló testimonios ni pruebas con respecto al barco venezolano, "por lo que esta investigación puede reabrirse si aparecen nuevas evidencias".
Embargo en Curazao
La Resolute fondeó con sus 32 tripulantes en la capital de Curazao, donde permanece anclada desde entonces. Al tiempo que insiste en teorías de piratería marítima, espionaje y agresión a la soberanía, Venezuela puso una demanda por los daños y pidió el embargo de la nave, lo cual fue acogido en una sentencia sumaria por la corte de primera instancia de Curazao.
Bertie Braam, abogado representante del Estado venezolano en este caso, explica a DW que "todavía no está resuelto quién tuvo la culpa, sino que la corte dice que la versión del Naiguatá es una posibilidad y por eso rechazó el levantamiento del embargo. La Resolute sólo podrá zarpar cuando emita una garantía bancaria por el valor del crucero, de unos 20 millones de euros".
En la demanda de fondo, Venezuela exige el pago total de la nave hundida, esto es unos 125 millones de euros. "Si la corte nos concede la demanda, que es contra el dueño, el operador y la compañía aseguradora, tenemos una sentencia para ejecutarla en cualquier parte del mundo y exigir el pago", subraya Braam.
El abogado prevé que el proceso será largo. Las partes pueden apelar a la corte de segunda instancia en Curazao y más tarde a la Corte Suprema, en Holanda. Por ahora, las medidas por la COVID-19 mantienen a los tripulantes a bordo de la Resolute, pero una vez que las fronteras se abran, podrán regresar a sus países de origen. Consultada por DW, la oficina de comunicaciones de CCS confirmó que la tripulación se encuentra en buenas condiciones.
La Resolute permanece con embargo en el puerto de Willemstad. Sólo podrá zarpar si paga una garantía. En estas imágenes del informe de GAMA se aprecian los daños que sufrió en el choque.
La Resolute permanece con embargo en el puerto de Willemstad. Sólo podrá zarpar si paga una garantía. En estas imágenes del informe de GAMA se aprecian los daños que sufrió en el choque.
"Hay muchas preguntas que hasta ahora la Resolute no ha contestado. Es muy extraño, qué hace en la costa de Venezuela un barco que tiene que ir rumbo a Alemania".
"
Con información de DW