"El conductor del autobús". esta fue la frase clave con que David Rivera identificaba a Nicolás Maduro, quien encabeza el régimen gubernamental en Venezuela, y que serviría a los investigadores judiciales estadounidenses para acusarlo por fraude ante una serie de negocios que sostuvo con PDVSA.
Mario Beroes/El Político
El ex parlamentario republicano, de origen cubano, posee una empresa de asesoría y cabildeo en Miami, Florida, Interamerican Consulting, que fue demandada en 2020 por PDV USA, filial local de CITGO.
Según las investigaciones federales, el ex parlamentario "nunca realizó las asignaciones que había acordado con el régimen de Maduro en el 2017″.
"No se cumplió con el contrato que especificaba tres meses de asesoría estratégica con el fin de establecer vínculos con importantes accionistas estadounidenses."
El nuevo escrito de acusación, de 34 páginas, desvela que Rivera y su amiga y confidente Esther Nuhfer son agentes extranjeros no registrados y blanqueadores de dinero.
Según la acusación, el contrato de 50 millones de dólares de Rivera con PDVSA, era para un canal secreto para negociar el alivio de las sanciones y la normalización de las relaciones del régimen de Maduro con la administración Trump.
"Nunca he tenido relación comercial con Nicolás Maduro"
“No tenía nada que ver, ni tengo relación con PDVSA. No tengo nada que ver con el gobierno de Venezuela”. Así comenzó la entrevista que concedió Rivera al canal local 10 News.
Según el ex parlamentario republicano, estaba ayudando a disidentes venezolanos que trabajaban en la filial petrolera de su país en Estados Unidos.
“Citgo petroleum en 2017 se acercó a mí porque miembros de la oposición venezolana me hablaron de disidentes dentro de Citgo que no estaban contentos con la forma en que la compañía estaba siendo dirigida por el gobierno de Venezuela y vinieron a mí pidiéndome sugerencias, consultoría para asesoramiento sobre cómo pueden distanciarse sobre cómo pueden separarse.”
En la acusación se dan detalles de reuniones en Washington D.C. instando al parlamentarior a facilitar una solución, pero informó al equipo que el conductor del autobús, palabra clave para Maduro, tendría que dar garantías para una elección democrática, lo que Maduro finalmente no hizo.
Y aparece Marco Rubio
En la acusación también aparecen palabras en clave y textos encriptados, entre ellos mensajes y conversaciones con el senador por Florida, Marco Rubio.
Sin embargo, el senador republicano reconoció a través de un portavoz que se reunió con el ex diputado David Rivera para discutir un posible acuerdo para normalizar las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela.
También reconoció que no sabía que su amigo y aliado político desde hacía mucho tiempo estaba trabajando en nombre de Nicolás Maduro.
Los negocios de Rubio con Rivera salieron a la luz después de que las autoridades federales arrestaran y acusaran al ex legislador de Miami de ocho cargos criminales, entre ellos blanqueo de dinero, conspiración y no registrarse como agente extranjero por trabajos supuestamente relacionados con el régimen de Maduro.