El Congreso sigue estancado en las discusiones sobre un proyecto de ley de estímulo económico por la pandemia del coronavirus, y los legisladores de ambos partidos son pesimistas sobre la posibilidad de aprobar esa medida en el futuro cercano, a pesar de que ya se celebraron las elecciones y el número de casos de COVID-19 aumenta a nivel nacional.
Por Sahil Kapur/NBC News
“Francamente, estoy un poco desanimado en este momento”, dijo este martes el senador republicano por Texas John Cornyn.
Después de meses de estancamiento, las negociaciones todavía deben reiniciarse. El punto muerto tiene que ver con el coste y los programas que deben financiarse: los demócratas de la Cámara de Representantes están presionando por un plan de 2.2 billones de dólares y los republicanos del Senado quieren un proyecto de ley más reducido de unos 500,000 millones de dólares, que no incluiría un cheque a familias de 1,200 dólares.
El resultado de la elección no está presionando a ninguno de los bandos para que se reinicien las negociaciones. Los votantes les dieron a los demócratas la presidencia, pero redujeron la mayoría de la Cámara y, por ahora, mantuvieron el Senado en manos republicanas, aunque el control se decidirá en enero con los dos escaños pendientes en Georgia.
Mitch McConnell, senador republicano por Kentucky y líder de la mayoría, dijo el martes que últimamente no ha tenido “discusiones privadas” con Nancy Pelosi, representante demócrata por California y presidenta de la Cámara, sobre un proyecto de ley de ayuda por el coronavirus, pero también afirmó que está disgustado por las recientes declaraciones públicas de los demócratas.
McConnell dijo que apoyará una medida “enfocada en las escuelas y los proveedores de atención médica” y que auxilie a las pequeñas empresas. También pidió que se otorguen protecciones de responsabilidad para las empresas y organizaciones que operan durante la pandemia. Dijo que “no ha visto indicios” de que los líderes demócratas acepten esa propuesta.
Los demócratas están presionando por algo más ambicioso.
“Simplemente tengo la sensación de que Mitch McConnell no considera esto como una urgencia”, dijo Ron Wyden, senador demócrata por Oregon y miembro del Comité de Finanzas. “Y, en ese sentido, su posición muestra una asombrosa desconexión con lo que la gente está pidiendo”, agregó.
El estancamiento legislativo persiste en un momento peligroso para Estados Unidos, mientras los números diarios de nuevos casos de Covid-19 alcanzan sus máximos históricos y los estados, las empresas y las familias piden ayuda federal. Mientras, el Gobierno federal se prepara para la distribución agresiva de vacunas, los estados han advertido que necesitan ayuda federal para pagar el costo de la implementación de las inyecciones en sus regiones.
La respuesta nacional al coronavirus se sigue caracterizando por la incertidumbre.
Muchos republicanos apoyan la decisión de Trump de no admitir la derrota, lo que está retrasando la transición entre su administración y la próxima.
El presidente electo, Joe Biden, advirtió que “podría morir más gente” si la Casa Blanca se niega a coordinarse con su equipo de transición. Biden también ha respaldado los llamados de los demócratas para la aprobación de un amplio paquete de ayuda.
Chuck Schumer, senador demócrata por Nueva York y líder de la minoría, dijo que la negativa “inmadura e infantil” de Trump a ceder está distrayendo a los legisladores republicanos de negociar más medidas de alivio para la crisis del COVID-19.
“Los republicanos del Senado están distraídos por un presidente enojado y petulante. Tienen miedo de su ira. Tienen miedo de lo que pueda tuitear sobre ellos. Su negativa a aceptar los resultados de las elecciones dificulta que el Congreso avance”, le dijo Schumer a los periodistas.