La presencia de unos 200 militares rusos en territorio venezolano ha activado las alarmas en la región. El régimen de Nicolás Maduro ha justificado su presencia con el argumento de la realización de trabajos de mantenimiento rutinario en el equipamiento militar comprado al gigante euroasiático. Pero ¿es realmente esa la razón?
El Político
El pasado 23 de marzo arribaron dos aviones rusos con un centenar de efectivos de ese país a Caracas, lo que desató una ola de especulaciones y tensiones.
Una fuente de la Embajada de Rusia en Venezuela a la agencia de noticias oficial Sputnik, le restó importancia y lo calificó como algo rutinario. “No tiene nada de misterioso”, fue lo que declaró sobre la llegada de las dos aeronaves. La justificación es que la misión cumple con contratos militares que existen entre Caracas y Moscú.
La Asamblea Nacional de Venezuela rechazó la presencia de los militares rusos, calificándola de injerencia a la soberanía nacional y de violación flagrante de la Constitución, ya que el ingreso de la misión debió ser autorizado por el poder legislativo.
Más al norte el Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, reacciónó asegurando que su país “no se quedará con los brazos cruzados mientras Rusia exacerba las tensiones en Venezuela”.
La presencia de estos militares en territorio venezolano reactivó los temores sobre la posibilidad de que el conflicto escalara a peligrosos niveles dentro de la geopolítica mundial.
Lo que busca Rusia
Según Giovanna de Michelle, internacionalista y analista político, “la Rusia de Vladimir Putin está tratando de recuperar la influencia que alguna vez tuvo la vieja Unión Soviética y usa a Venezuela para este fin”.
Si bien es cierto que Venezuela es el principal socio militar de Rusia en el continente, no se puede subestimar la venta de misiles antitanques que le han hecho a países como Nicaragua, Perú y Brasil.
“Venezuela se convirtió en un activo muy valioso para Moscú, no solo por su cercanía con Estados Unidos, sino porque fue la puerta de entrada para ganar influencia en la región. Lo que le permitió lograr millonarios negocios en torno a la venta de armamento”, apunta De Michelle.
A su juicio la crisis nacional ha representado para los rusos una oportunidad para expandir su rango de influencia en Venezuela y el resto de la región. El Gobierno de Vladimir Putin ha respaldado a Maduro ante el desafío que representa el reconocimiento internacional de más de 50 países a Juan Guaidó como presidente interino.
Importantes analistas internacionales han explicado que este esfuerzo de Putin en el continente posee muchos beneficios colaterales, más allá de contrarrestar la fuerza norteamericana, “ya que han logrado colocar contratistas y asesores en los ministerios de defensa y cuarteles militares locales, que tienen la misión de lograr que las decisiones relacionadas con las doctrinas, tácticas y compras de armamento beneficie los intereses del Kremlin“, sostienen.
“Gracias a la Federación de Rusia seguimos construyendo un equipo productivo y vigoroso de hermandad y cooperación eficaz”, declaró el ministro de Defensa de Maduro, Vladimir Padrino López, en el marco de unos ejercicios militares realizados con oficiales rusos.
Para los analistas esto no debe ser visto como una típica actividad de cooperación militar, sino “como parte de la recurrente estrategia que Moscú lleva adelante para apoderarse y controlar las políticas de seguridad y defensa de los países. De esta manera, Rusia logra decisiones que le beneficien económicamente”.
De ahí que no extrañe que el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, en reiteradas ocasiones haya advertido a Estados Unidos sobre la injerencia en los asuntos internos de Venezuela. Todo indica que este apoyo seguirá mientras el Caballo de Troya venezolano siga esparciendo sus negocios por todo el continente.
Tomado de: MiamiDiario