Ha pasado un año desde que en El Salvador se decretó la Ley Bitcoin. Dicho argumento jurídico obliga a los comerciantes del pequeño país centroamericano a aceptar esta criptomoneda como forma de pago.
Mario Beroes/El Político
Nayib Bukele, presidente de El Salvador, hizo que fuese el primer país del mundo en adoptar esta criptodivisa como moneda de curso legal.
Pasada la euforia inicial, la medida no ha revolucionado la economía salvadoreña como esperaban sus promotores, venezolanos por cierto y vinculados al gobierno de Bukele.
"Es muy pronto para sacar conclusiones sobre la situación. Ser el primer país en adoptar Bitcoin implica riesgos", admite Alexander Higuera, experto en criptomonedas, en declaraciones a la Agencia DW.
"Sin embargo, la apuesta de Nayid Bukele es de largo plazo."
En este tiempo, el presidente salvadoreño creó la billetera electrónica Chivo Wallet y dio el equivalente a 30 dólares a quienes la descargaran; anunció la creación de Bitcoin City y gastó, hasta el pasado mes de julio, según cálculos de Moody’s, 375 millones de dólares en promover el uso del bitcoin.
Los resultados no han sido los esperados, y el uso del BTC está lejos de generalizarse.
Algo está fallando
Ocho de cada diez usuarios dejó de utilizar Chivo Wallet tras gastar el bono.
"La aplicación ha presentado muchos problemas, es un punto muy importante de mejora", afirma Higuera.
"La labor pedagógica que ha impulsado el gobierno de Bukele ha sido crucial para que la gente común, lejana a la tecnología, se anime a usarla".
Y es que un alto porcentaje de la población desconfía de las criptomonedas.
El economista José Luis Magaña, consultado por la Agencia EFE, coincide en que es difícil hablar todavía de éxito o fracaso de la medida.
Todo "alrededor de la implementación de la Ley Bitcoin ha estado lleno de opacidad, hay muchas incógnitas que, a un año de entrar en vigencia la ley, todavía desconocemos."
"El gobierno todavía no ha sido capaz de decir claramente cuáles son los objetivos que perseguía al implementar esta ley. Y, sin conocer estos objetivos, es muy difícil poder evaluar, poder decir si ha tenido éxito o no".
De la euforia al hastío
El impacto en la economía salvadoreña de la adopción del bitcoin ha sido, en cualquier caso, ínfimo, según las proyecciones de crecimiento del Banco Central de Reserva.
El expresidente de esta entidad, Carlos Acevedo, declara a la Agencia AFP que "menos del 2% de las remesas están llegando a través de billeteras digitales, lo cual significa que por ese lado tampoco hubo beneficios".
La atracción de inversiones relacionadas con la economía digital no es tampoco la esperada, aunque sí ha aumentado el turismo de fanáticos de las criptomonedas y la perspectiva de un posible turismo fiscal empieza a despuntar.
Sin embargo, las oscilaciones de la cotización de la criptomoneda y su caída en la cotización en el último mes, han sido la principal preocupación incluso de sus más entusiastas partidarios.
En El Salvador, un bitcoin se cambia a 18.818 dólares, aunque, cuando usted lo lea, la cifra seguramente ya habrá cambiado.
Esto es cierto también para cualquier otra divisa, pero desde que El Salvador lo convirtió en moneda de curso legal, el precio del Bitcoin ha oscilado entre los 64.400 dólares de noviembre de 2021 y los actuales apenas 19.000 dólares.
En ese período, la horquilla en la que se ha movido el precio del Euro, por ejemplo, va de 1,19 a 0,99 dólares, mucho menos de lo que ha cambiado el precio de Bitcoin.
Finanzas salvadoreñas
¿Puede eso afectar a las finanzas de El Salvador? Pues, sinceramente, el país tampoco tiene tanto dinero en bitcoins", afirma Alejandro Palomar, asesor en Panamá de criptomonedas.
Palomar está precisamente especializado "en el cálculo de la volatilidad de las criptomonedas y otros ‘activos con factor beta’, como las comodities."
"La estrategia más adecuada para tomar posiciones en un activo de alta volatilidad suele ser entrando en diferentes momentos en el precio, que es lo que ha venido haciendo El Salvador."
Con un producto interior bruto de 25.428 millones de dólares en 2021 y un presupuesto estatal de casi 8.000 millones, el gobierno de El Salvador ha anunciado compras de Bitcoin por valor de casi 104 millones de dólares.
No es, efectivamente, una exposición muy grande al riesgo de cambio de esta divisa digital.
"La paciencia es la clave"
El ministro salvadoreño de Hacienda, Alejandro Zelaya, ha venido insistiendo en que el país "no ha tenido pérdidas" por la implantación del bitcoin y afirmando que el riesgo fiscal es "extremadamente mínimo".
Efectivamente, la bajada de la cotización produce lo que se conoce como minusvalías latentes, que no se convierten en pérdidas reales mientras no se venda el activo.
Si el gobierno de El Salvador vendiera hoy todos sus btcoins, la operación sí que tendría unas pérdidas de más de la mitad de esos 104 millones de dólares invertidos.
Pero sus partidarios confían en que el precio vuelva a subir.
El presidente, Nayid Bukele, pidió "paciencia" en el último tuit en que hizo referencia al bitcoin. De eso hace ya dos meses. Realmente, lo que sostiene la cotización de una moneda es la confianza de los agentes económicos.
Veo que algunas personas están preocupadas o ansiosas por el precio del #Bitcoin en el mercado.
Mi consejo: dejen de ver la gráfica y disfruten la vida. Si invirtieron en #BTC su inversión está segura y su valor crecerá muchísimo después del bear market.
Paciencia es la clave.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) June 19, 2022
De momento, esa confianza no es tan grande como hace un año, cuando el bitcoin llegó a cotizar a 66.000 dólares.
Pero todavía es demasiado pronto para decir también que la implantación de la moneda virtual en el país sea un fracaso. Habrá que esperar.
Pero, ¿cuánto tiempo? Un año, desde luego, no ha sido suficiente.