El Banco Central Europeo (BCE) mantendría su política monetaria sin cambios el 8 de septiembre y probablemente respondería a la presión de más alivio monetario anunciando una extensión de su programa de compra de activos antes de que acabe el año, según indicó un sondeo de Reuters.
El banco, que apunta a llevar la inflación cerca pero abajo del 2 por ciento, ha estado comprando bonos soberanos por más de un año, actualmente por valor de 80.000 millones de euros al mes, y ha reducido su tipo de refinanciación a cero además de llevar a terreno negativo el tipo de depósitos.
El BCE también ha estado brindando muchos cientos de miles de millones de euros en préstamos prácticamente libres a bancos comerciales, siempre y cuando las entidades financieras se comprometan a prestar parte de ese dinero a sus clientes.
Pero pese a todas estas medidas, la inflación de agosto en la zona euro fue de apenas un 0,2 por ciento, muy por debajo de la meta, y hubo un retroceso hasta un crecimiento económico modesto del 0,3 por ciento trimestral, con evoluciones muy variadas entre los países de la región.
Hasta el momento hubo pocas señales de que el impacto por la votación británica de junio a favor de su salida de la Unión Europea haya tenido un efecto concreto en la economía de la zona euro, principal socio comercial de Reino Unido, al menos tan fuerte como para generar revisiones en los pronósticos del BCE.
Por eso, el banco mantendría estable su política monetaria cuando el Consejo de Gobierno se reúna el próximo jueves, según el sondeo de Reuters a 70 economistas realizado esta semana.
El consenso también mostró que el BCE sostendría sus tipos de refinanciación y depósito en cero y -0,4 por ciento, respectivamente, hasta finales del 2017.
Consultados sobre qué haría el banco a fin de año, una gran mayoría de los economistas dijo que ampliaría su programa de compra de bonos más allá del plazo previsto para su finalización, en marzo del 2017.
Con información de Investing