El Boeing 747-300 de la línea aérea venezolana Emtrasur, podría ser confiscado a pedido de los EEUU.
Mario Augusto Beroes Ríos/El Político
Esto implica un nuevo giro en las investigaciones que el gobierno argentino viene desarrollando desde el pasado mes de junio.
De hecho, ya la justicia argentina había imputado a la tripulación del avión de carga, compuesta por 5 iraníes y 14 venezolanos.
Pero ahora, el Departamento de Justicia de Estados Unidos (EEUU) solicitó al país suramericano que le permita confiscar el avión venezolano-iraní retenido en el aeropuerto internacional de Ezeiza, por posibles vínculos con el terrorismo internacional.
Primero el FBI y ahora Dep. de Justicia
En un comunicado emitido por la oficina, el asistente al fiscal general Matthew Olsen, de la División de Seguridad Nacional, anunció que el Departamento "no tolerará transacciones que violen las leyes de exportación y las sanciones de EE UU".
Según la Justicia del país norteamericano, el avión, de fabricación estadounidense, está sujeto a sanciones, ya que su transferencia por parte de la empresa iraní Mahan Air a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), viola las leyes de exportación de Estados Unidos.
Ambas empresas han sido sancionadas por Washington por presunta colaboración logística para organizaciones terroristas.
El Departamento de Justicia añade en la nota informativa que el capitán de la aeronave es un excomandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC), designada como organización terrorista por Estados Unidos.
De hecho, el Juez federal que lleva el caso, Federico Villena, incorporó al FBI a las investigaciones. Dicho organismo de investigación ha aportado información que corrobora los vínculos terroristas con los tripulantes iraníes.
Juez libera a 12 tripulantes
El juez liberó a 12 de los 19 integrantes de la tripulación que se encuentran en el país suramericano desde principios de junio pasado.
En cambio, y según el fallo judicial dado a conocer por la agencia española de noticias EFE, el juez decidió retener en Argentina a 7 de los 19 tripulantes, 5 iraníes y 14 venezolanos, del avión con matricula venezolana que se encuentra paralizado en el aeropuerto internacional Ezeiza desde principios de junio.
El juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena levantó la prohibición de dejar el país para el iraní Mahdi Mouseli.
También a los venezolanos Victoria Valdiviezo Marval, Cornelio Trujillo Candor, Vicente Raga Tenias, José Ramírez Martínez, Zeus Rojas Velásquez, Jesús Landaeta Oraa, Armando Marcano Estreso, Ricardo Rendon Oropeza, Albert Gines Pérez, Ángel Marín Ovalles y Nelson Coello, y dispuso devolverles sus pasaportes.
Los tripulantes liberados deberán fijar un domicilio y presentarse una vez por mes, ya sea en forma presencial o por medio electrónico, ante la embajada argentina en Irán y Venezuela.
El juez mantuvo la prohibición de salida del país y retención de los documentos de viaje de los iraníes Gholamreza Ghasemi, Abdolbaset Mohammadi, Mohammad Khosraviaragh y Saeid Vaki Zadeh y de los venezolanos Mario Arraga Urdaneta, Víctor Pérez Gómez y José García Contreras.
Piloto vinculado a las Fuerzas Quds seguirá retenido
El avión retenido en Argentina es un Boeing 747-300 Dreamliner de carga, que fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y que actualmente pertenece a Emtrasur, filial de Conviasa.
La aeronave ingresó en Argentina el pasado 6 de junio procedente de México, haciendo escala en Venezuela, presuntamente para trasladar cargamento a una empresa automotriz.
Dos días después despegó para ir a Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en el aeropuerto argentino de Ezeiza porque el país vecino no habilitó su aterrizaje.
Las petroleras argentinas no cargaron combustible al avión por temor a las sanciones de Estados Unidos y posteriormente, el 11 de junio, se difundió que el Gobierno argentino había ordenado la inmovilización del avión.
Comunidad judía se involucra
Unos días después, un juez ordenó retener los pasaportes e impedir la salida del país de los miembros de la tripulación, quienes, por lo demás, tienen plena libertad de movimientos, al tiempo que incautó el avión para obtener más datos sobre la aeronave y qué hacían en Buenos Aires los integrantes del vuelo.
Uno de los tripulantes que seguirá retenido en Argentina es uno de los pilotos, proveniente del país persa, Gholamreza Gashemi, vinculado a las Fuerzas Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria islámica, definida por Estados Unidos como instructores de Hezbolá.
El caso genera una fuerte polémica en Argentina, país que sufrió dos atentados terroristas en la década de 1990; contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y contra la Embajada de Israel en Buenos Aires, por los que la Justicia local señala al grupo Hezbolá y a miembros del entonces Gobierno iraní.