EEUU anunció un nuevo programa de 3.000 millones de dólares que creará una red GMD, un sistema de misiles capaz de, teóricamente, interceptar misiles balísticos intercontinentales en mitad del vuelo.
El Político
Junto a sus nuevos programas de defensa contra misiles hipersónicos, el Pentágono quiere blindarse contra el aumento de amenazas atómicas de China, Rusia, Corea del Norte y, probablemente en un futuro no muy lejano, Irán.
EEUU lleva décadas trabajando en sistemas de defensa contra misiles balísticos intercontinentales (ICBM) con múltiples cabezas nucleares, reportó ElConfidencial.
Escudo contra misiles nucleares de EEUU
Todo arrancó el 23 de marzo de 1983, cuando el entonces presidente Ronald Reagan anunció la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI en sus siglas en inglés), que los medios no tardaron en denominar el “programa de la Guerra de las Galaxias”.
Reagan quería neutralizar totalmente las armas nucleares de los comunistas soviéticos y nunca creyó en la doctrina de la destrucción mútua asegurada, sobre la que afirmaba era un “pacto suicida”.
El programa ‘Star Wars’ — con los vídeos explicativos bajo estas líneas — resultó un farol, no se sabe realmente si intencionado o accidental. La tecnología no estaba todavía lista para resolver un problema tan complejo como interceptar ni 800 ni uno de los misiles rusos y — aunque inició investigaciones que resultaron en múltiples sistemas de armas como las famosas baterías Patriot — la SDI no fructificó como prometió el presidente norteamericano.
Blindarse contra crecientes amenazas
Irónicamente, como apunta el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, estos sistemas de defensa son la excusa que Rusia ha utilizado para abandonar de facto los tratados de no proliferación de armas nucleares.
Según Vladímir Putin y su aparato, “la defensa antimisiles es desestabilizadora porque socava la vulnerabilidad mutua que ofrecen las armas nucleares”. Pero, aunque dicen eso, los rusos saben perfectamente que “todo su arsenal superaría la mayoría de los despliegues de defensa antimisiles” actuales.
Según ellos, "lo que les preocupa es que un primer ataque de EEUU pueda eliminar lo suficiente de sus capacidades como para que las defensas contra misiles sean suficientes para hacer frente a lo que queda, obviando así la capacidad de Rusia para tomar represalias". También piensan que estos sistemas de defensa podrían ser reutilizados para lanzar ataques contra objetivos rusos desde suelo europeo.