EE.UU. comenzó hace tres años un programa para sabotear con ataques informáticos y electrónicos las pruebas de misiles de Corea del Norte, y ello ha influido en los fallos registrados en algunos lanzamientos, informó The New York Times.
El diario señala que este programa fue la alternativa que eligió la Administración de Barack Obama ante los avances del programa nuclear y de misiles del régimen de Pyongyang, y los riesgos que representaban otras acciones.
La información, basada en fuentes de la Administración de Obama y la de Trump, así como documentos relacionados con este programa, vincula estos ataques con los fallos que han tenido diversos misiles norcoreanos que se han desviado de su curso y caído al mar.
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Aunque ha habido casos en los que se sospecha que puede tratarse de accidentes o fallos de fabricación, en su mayoría estos fracasos han sido acentuados por las acciones desarrolladas por EE.UU., según el Times.
El programa busca sabotear los lanzamientos con medidas informáticas o electrónicas antes de que los misiles sean colocados en su plataforma o en los primeros segundos después de su lanzamiento, agrega el diario neoyorquino.
De acuerdo con el periódico, estas acciones han permitido retrasar por varios años la posibilidad de que Corea del Norte amenace a ciudades estadounidenses con misiles intercontinentales dotados de cabezas nucleares.
Según el Times, Obama, quien dejó la Casa Blanca el pasado 20 de enero, informó de este programa a Trump y le dijo que probablemente sería el problema "más urgente" al que debería enfrentarse.
Corea del Norte ha informado en los últimos años de sus pruebas de misiles de medio alcance y asegura que está en "la etapa final de sus preparaciones" para una prueba inicial de misiles intercontinentales, recuerda el periódico.
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Entre las opciones que llegó a plantearse la Administración de Obama incluían negociaciones con el régimen de Kim Jong-un para congelar su programa de desarrollo nuclear y de misiles, o ataques directos contra sitios de lanzamiento.
También se analizó la posibilidad de presionar a China para reducir su apoyo y relaciones comerciales con el régimen de Pyongyang, aunque al final la Administración Obama se inclinó por los ataques electrónicos y cibernéticos.
De acuerdo con el Times, el tema ha figurado de nuevo en la mesa de análisis de la Administración de Trump, quien ha mantenido al menos dos reuniones sobre este tema con sus asesores de seguridad, la última el pasado martes.
Con información de EFE