Alrededor de 3.000 personas marcharon hoy por las calles de Los Ángeles (EE.UU.) para reivindicar el aporte de los inmigrantes y oponerse a las "nefastas declaraciones" en esa línea del presidente electo, Donald Trump.
La marcha, que al igual que en muchas otras ciudades del país se realizó al conmemorarse hoy el Día Internacional del Migrante, congregó a legisladores y políticos locales, así como a representantes de sindicatos, organizaciones comunitarias y religiosos.
"Las declaraciones nefastas del presidente electo sobre las deportaciones masivas han hecho que mucha gente trabajadora tenga preocupación, por eso tenemos que salir y decir que no vamos a dejar que esto pase" dijo a EFE el presidente en funciones del Senado de California, Kevin de León.
En California, tras el resultado del pasado 8 de noviembre que dio ganador al republicano Donald Trump, se han realizado varias marchas en rechazo al presidente electo, bajo la consigna de "No es mi presidente".
"Hoy estamos corriendo mucho peligro en este país y tenemos que hacer que reconozcan el aporte y que respeten a nuestra comunidad, no solo la hispana, a todos los migrantes y refugiados", explicó Angelica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (Chirla).
A la marcha de hoy llegaron indocumentados como Yolanda López, una mexicana oriunda del estado de Guerrero y quien arribó al país hace mas de 20 años, sin que hasta el momento no haya podido legalizarse.
Madre de dos hijos con ciudadanía, la inmigrante pidió que Trump reconozca su labor.
"Esa manzana, esa comida que usted se come viene de manos inmigrantes, de campesinos como nosotros", aseguró López, quien opinó que el presidente electo, así como sus colaboradores, no saben qué es la pobreza.
Precisamente, la defensa de los inmigrantes y menos favorecidos se convirtió en la razón que atrajo a representantes de varias iglesias y credos religiosos.
"Estamos preparando santuarios para defender a las familias que estén a punto de ser deportadas", señaló a Efe Melvin Valiente, pastor de la Primera Iglesia Bautista de Maywood.
A la marcha acudieron también organizaciones de "soñadores", como se conocen a los beneficiados por el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que ofrece protección temporal a los jóvenes indocumentados que llegaron siendo menores de edad.
"Lo que quiere esta administración (entrante) es que nos escondamos, que nos quedemos en las sombras pero no lo vamos a hacer. Vamos a dar la lucha", advirtió el mexicano Pedro Trujillo, uno de los favorecidos con este programa.
La marcha concluyó delante de la sede de la Alcaldía de Los Ángeles, en la que en medio de consignas y carteles los organizadores prometieron más protestas para el año 2017, en respuesta a las esperadas políticas en materia de inmigración que tome la nueva Administración en la Casa Blanca.
Con información de: EFE