Estados Unidos, gracias a las medidas implementadas por el gobierno del presidente Biden, estaría en ventaja frente a China en la "carrera tecnológica" por la fabricación y desarrollo de microchips.
Mario A. Beroes R./El Político
Aunque por ahora EEUU va por delante en la batalla contra China, el país asiático continúa en la lucha y lo ha puesto como una prioridad nacional con inversiones millonarias.
La ventaja estadounidense estaría en la serie de medidas y controles restrictivos que buscan limitar la capacidad de Pekín para comprar y producir semiconductores y así retrasar su progreso tecnológico y militar.
Son muchos y millonarios los contratos que China ha visto cancelar por diversas empresas estadounidenses, y esto implica además un freno en el desarrollo que es importante.
Una de estas empresas es Apple, que canceló un acuerdo para comprar chips de memoria a Yangtze Memory Technologies Corp (YMTC), una de las compañías del sector más exitosas de China.
Reunión en Pekín
Está prevista una reunión entre el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, con las autoridades asiáticas entre el 5 y el 6 de febrero. Entre los diversos temas a tratar, éste es uno que aparece en la lista.
En la actualidad, los chips semiconductores son fundamentales en la mayoría de los dispositivos electrónicos utilizados para la fabricación de computadoras, teléfonos celulares, paneles solares, autos, pantallas planas, electrodomésticos, entre otros.
Cómo EEUU ha logrado obstaculizar a China
Estados Unidos anuncio nuevos controles de exportación con el que restringen a empresas la venta de chips, equipos de fabricación de chips y software que contengan tecnología estadounidense a China.
También anunció una restricción para los ciudadanos y residentes estadounidenses apoyar el "desarrollo o la producción" de chips en ciertas fábricas en China.
EEUU además solicitó a varios países de Europa y Asia que impongan sanciones a las empresas chinas de fabricación de chips.
Estados Unidos asegura que los chips tienen un doble uso civil y militar, y pueden ayudar a la modernización tanto del ejército chino como de la industria de semiconductores.
Como respuesta, Pekín denunció el proteccionismo de EEUU y llevó sus quejas a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Lo acusó de "obstruir el comercio internacional normal en productos como los chips y de amenazar la estabilidad de la cadena de suministros de la industria global", además de violar las normas comerciales internacionales y desplegar "prácticas proteccionistas".
Sin embargo, la resolución de esa demanda podría llevar años.
Mientras tanto, para continuar con su desarrollo EEUU ha buscado ampliar su producción a través de la Ley de Chips y Ciencia que ofrece $ 53,000 millones de dólares en subvenciones y subsidios a empresas que fabrican semiconductores en EEUU.