Elizabeth Warren, buscando extender su impulso entre los votantes liberales antes del segundo debate presidencial demócrata, propuso el lunes cambios radicales en la forma en que Estados Unidos negocia los acuerdos comerciales internacionales.
El Político
Al quejarse de que los procedimientos existentes enriquecen a las corporaciones multinacionales a expensas de los trabajadores promedio, el senador de Massachusetts argumentó que la revisión de las normas de negociación, el aumento de la divulgación pública y la ampliación de la participación producirían resultados más justos. Warren pidió los cambios como parte de su agenda de "patriotismo económico", que también incluye grandes aumentos de impuestos a los ricos, el desmantelamiento de importantes empresas de alta tecnología y la represión de Wall Street.
Los principales elementos de la propuesta comercial de Warren incluyen:
La divulgación pública de los borradores de los textos de los acuerdos a lo largo del proceso de negociación, no sólo después de que se llega a un acuerdo y se envía al Congreso para su votación.
Una lista ampliada de grupos asesores de negociadores estadounidenses, más allá de los representantes corporativos y comerciales, para incluir un panel que represente a los consumidores, uno que represente a las áreas rurales y uno para cada región del país.
El uso de la consideración de "vía rápida" por parte del Congreso, que requiere un voto ascendente o descendente sin enmiendas, sólo cuando los grupos asesores respaldan unánimemente un acuerdo comercial como beneficioso.
Estándares laborales, de derechos humanos y ambientales más altos para los países con los que negocia Estados Unidos como condición para alcanzar un acuerdo comercial.
Un nuevo impuesto de "ajuste de carbono en la frontera" sobre los bienes importados hechos por corporaciones que trasladan la producción a países con estándares de emisiones de gases de efecto invernadero más débiles.
El fin del arbitraje de "solución de controversias entre inversores y Estados", que permite a las empresas impugnar las leyes promulgadas por los países sobre la base de que violan los acuerdos comerciales que éstos han firmado.
"Como presidente, no entregaré la influencia de Estados Unidos a las grandes corporaciones para que la usen en sus estrechos propósitos", escribió Warren en un artículo de Medium en el que esbozaba su plan.
"Lo usaré para crear y defender buenos empleos en Estados Unidos, aumentar los salarios y los ingresos agrícolas, combatir el cambio climático, bajar los precios de los medicamentos y elevar los niveles de vida en todo el mundo. Nos involucraremos en el comercio internacional, pero en nuestros términos y sólo cuando beneficie a las familias americanas".
Fuente: CNBC